Pueden fustigar el espionaje o reivindicar territorios, pero también hablar de orquídeas y compartir sucesos familiares con millones: Twitter tiene locuaces presidentes latinoamericanos, como Cristina Kirchner, Nicolás Maduro o Dilma Rousseff, muy activos en la red social que puede irrumpir en Wall Street esta semana.
Twitter «es una plataforma muy interesante para los políticos porque rebasa fronteras, es una red bastante receptora para la propaganda política y para el posicionamiento de líderes mundiales», aseguró a la AFP la experta mexicana en cultura digital María Elena Meneses.
La red de microblogs vive un «boom impresionante», opinó esta investigadora de la privada Universidad Tecnológica de Monterrey.
Y los presidentes latinoamericanos no son ajenos a este fenómeno.
Según la empresa de relaciones públicas Burson-Marsteller, Cristina Kirchner de Argentina es el presidente de la región con más seguidores (2,1 millones) de su cuenta @CFKArgentina. El gobierno de su par de Venezuela, Nicolás Maduro, es el más prolífico, con un promedio de 41 tuits por día.
Maduro lanzó hace dos meses con bombos y platillos cuentas en Twitter en cuatro idiomas, además de su perfil en español @NicolasMaduro que a la fecha supera 1,4 millones de seguidores.
Aún está muy lejos sin embargo de su predecesor, el fallecido Hugo Chávez, la figura política latinoamericana todavía hoy más popular de Twitter, con más de 4,5 millones de seguidores de su cuenta @chavezcandanga.
La brasileña Rousseff (@dilmabr), una de las gobernantes más influyentes en esta red social según el estudio Twiplomacy 2013 de Burson-Marsteller, con más de 10.000 apariciones en otras cuentas, está más activa que nunca a pesar de un receso de casi tres años.
«Una estrategia de difusión»
Según Meneses, aunque Twitter permite interactuar con los ciudadanos, la mayoría de los líderes recurre a esa red social únicamente para exhibir sus logros de gobierno.
Maduro, por ejemplo, publica varios mensajes diarios para anunciar medidas, formular promesas o ventilar éxitos.
Lo mismo hacen Kirchner o Rousseff, al igual que los presidentes de México, Enrique Peña Nieto, un pionero en Twitter con su cuenta @EPN desde 2007, o de Chile, Sebastián Piñera; muy activo en @sebastianpinera cuando viaja.
El mandatario colombiano Juan Manuel Santos, es otro entusiasta de Twitter donde se expresa en la cuenta @JuanManSantos.
Santos hace «uso de las redes sociales con una estrategia de difusión, mas no como una estrategia de comunicación y diálogo», explicó a la AFP Elías Said Hung, director del Observatorio de Educación del Caribe Colombiano en la Universidad del Norte de Barranquilla.
El ecuatoriano Rafael Correa, en cambio, es el líder latinoamericano que más «conversa» desde su perfil @MashiRafael. Según el estudio Twiplomacy, el 83% de sus tuits son respuestas a otros usuarios.
Promover la rendición de cuentas
Otro de los aspectos destacados de Twitter es que permite «promover la rendición de cuentas», destacó Meneses.
El experto en nuevas tecnologías y redes sociales de la Universidad EAFIT de Colombia, Mauricio Vásquez, dijo a la AFP que «las redes sociales son una forma de denuncia y de acción». En ese sentido, cada vez más presidentes se pronuncian sobre casos polémicos.
Rousseff, por ejemplo, usó Twitter para opinar sobre el escándalo de espionaje de Estados Unidos contra varios gobiernos; incluido el suyo.
«El derecho a la privacidad no puede estar sometido a injerencias arbitrarias, como muestran las denuncias de espionaje en países como Brasil y Alemania», tuiteó el sábado la mandataria.
Varios presidentes de la región reaccionaron en julio en Twitter tras el cierre del espacio aéreo en Europa al presidente de Bolivia, Evo Morales, ante sospechas de que en su avión viajaba el exanalista de inteligencia Edward Snowden, requerido por Estados Unidos.
«Nuestra solidaridad con Evo y el bravo pueblo boliviano. ¡Nuestra América no puede tolerar tanto abuso! Lo que es con Bolivia, es con tod@s», tuiteó entonces Correa.
Kirchner también denunció en la red el trato «muy humillante» a Morales.
La mandataria ya había agradecido vía Twitter el apoyo internacional a su reivindicación de soberanía sobre las islas Malvinas. «La Patria Grande apoyando sin reservas nuestro reclamo, por razones históricas, documentales, geográficas y la más elemental lógica», escribió.
Vida privada en un tuit
Los mandatarios latinoamericanos, que suelen tuitear ellos mismos, también tocan temas personales.
Con Twitter, «los políticos, los artistas, quieren ser celebridades, quieren ser vistos y se dan a conocer a través de las redes sociales», explicó a la AFP Vera Chaia, experta en medios y marketing político de la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo.
Así, Maduro publica fotos «esperando la lluvia en la montaña, haciendo ejercicios, fortaleciendo la salud física y espiritual», mientras Piñera se muestra rodeado de sus nietos en un zoológico «alimentando a los lemur» y recordando a sus seguidores «la película Madagascar».
Rousseff por su parte dedicó el pasado domingo seis tuits para hablar de dos libros sobre orquídeas que le regaló la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, incluyendo ‘links’ a fotos publicadas en el sitio Instagram.
Desde su flamante rol de abuela, Kirchner mostró en septiembre el primer «asadito» en su casa de Rio Gallegos (2.700 km al sur de Buenos Aires) con su nieto Néstor Iván, comentando: «Qué mocoso! El Papa le regala zapatitos con sus medias y Fidel un ajuar. Qué tul (sic)?»