Texas y otros 10 estados entraron el miércoles en la «batalla de los baños» que agita a Estados Unidos, demandando ante la justicia al gobierno de Barack Obama por sus medidas contra la discriminación de las personas transgénero.
Las demandas fueron presentadas por el fiscal general de Texas, Ken Paxton, y otros 10 estados, la mayoría gobernados por republicanos, según documentos consultados por la AFP.
Esas demandas pretenden impugnar una circular enviada el 13 de mayo por la administración Obama a todo el sistema público de educación, en la que se afirma que el acceso a los baños debe hacerse según el sexo o género con el que el alumno se identifica y no según su sexo de nacimiento.
Los demandantes acusan a las autoridades federales de intentar «transformar los lugares de trabajo y enseñanza en gigantescos laboratorios de experimentación social, eludiendo la vía democrática y despreciando medidas de sentido común que protegen a los niños y los derechos fundamentales».
Los estados de Alabama, Wisconsin, Virginia Occidental, Tennessee, Oklahoma, Luisiana, Utah y Georgia, además de las autoridades educativas de Arizona y el gobernador de Maine se sumaron al reclamo de Texas.
La administración federal publicó esas normas en respuesta a una ley de Carolina del Norte que obliga a las personas transgénero a usar los baños de acuerdo con su sexo de nacimiento.
La norma de Carolina del Norte fue considerada discriminatoria por múltiples personalidades de la sociedad civil y dirigentes del Partido Demócrata.
Para el ala más conservadora de la derecha estadounidense esta polémica es una oportunidad para abrir un nuevo frente de batalla contra el gobierno de Obama, en su último año en el poder.
Antes de presentarse la demanda de este miércoles, otros estados como Kansas y Misisipi se habían unido a Carolina del Norte y asegurado que no aplicarían las directrices federales sobre las personas transgénero.
Los partidarios de esta posición esgrimen dos argumentos principales: uno religioso y otro sobre la seguridad. «No a los hombres en los baños de las niñas», insisten en las redes sociales o en las movilizaciones.
Donlad Trump, candidato presidencial republicano estimó que la decisión de aplicar o no la normativa debería recaer sobre cada estado.
La directriz del gobierno de Obama no es una ley sino que sirve de advertencia hacia las instituciones educativas locales, que corren el riesgo de perder su subvención federal si no la aplican.
Para Robert Garofalo, médico pediatra especializado en jóvenes transgénero en el Hospital de niños Lurie en Chicago, el actual debate sobre los baños es parte de la lucha que llevan adelante las nuevas generaciones por los derechos de las personas transgénero.
«No se puede sobrestimar el hecho que esto tiene afecta de manera definitiva y directa a estos pacientes que nos importan», comentó a la AFP.