Dos grupos de personas protagonizaron un enfrentamiento a balazos dentro de un quirófano en un hospital argentino donde hacía instantes una mujer había dado a luz por cesárea, informó este lunes la directora del establecimiento.
«No hubo ningún herido, ocurrió en el quirófano central de donde recién habían sacado a una paciente tras una cesárea», relató Cecilia De Marco, directora del hospital San José de Pergamino, ubicado a 200 km al oeste de Buenos Aires, donde ocurrió el tiroteo la madrugada del domingo.
La policía logró arrestar a tres, uno de los cuales quedó en el hospital para ser atendido «por heridas que traía desde afuera de una pelea anterior», precisó la médica.
Ambos grupos se habían enfrentado previamente a la salida de un bar «y siguieron la pelea dentro del hospital» adonde uno de ellos había acudido para buscar atención médica por una herida.
Los ataques verbales y físicos contra médicos y enfermeros se han hecho más frecuentes en las guardias nocturnas de hospitales argentinos, lo que ha llevado a muchos profesionales de la salud a renunciar a las guardias, según explicó De Marco.
«Las guardias están desbordadas por la cantidad de pacientes, hay intolerancia por alcohol y drogas, no pueden esperar» y reaccionan violentamente, explicó la directora de ese hospital donde se atienden unas 500 personas por día en las guardias de adultos y pediatría.
Tras el hecho una enfermera sufrió un pico de hipertensión y debió ser hospitalizada por precaución.
Meses atrás un médico y un enfermero del Hospital Fernández, en el barrio de Palermo de la capital argentina, fueron atacados a golpes por dos personas ebrias que irrumpieron en la guardia para ser atendidos.
Previo a ese hecho, en la guardia del mismo hospital un hombre persiguió a pacientes, médicos y enfermeros amenazándolos con golpearlos con un tubo, hasta que logró ser arrestado por la policía.