Los testigos describieron el ambiente como denso y abrumador. Las autoridades explicaron que un grupo de civiles armados ingresó al centro de rehabilitación y formaron a las personas en línea y las ejecutaron con armas de grueso calibre.
Este es el tercer centro de rehabilitación clandestina que sufre un atentado similar en lo que va del 2020. Los primeros reportes afirmaron que un grupo armado de más de 15 personas ingresaron al lugar y presuntamente dispararon, después de formarlos, “una ráfaga de al menos 80 disparos a los cuerpos tirados”.
Después de la masacre ocurrida este miércoles 1 de julio, donde autoridades del municipio de Irapuato, Guanajuato, México, reportaron un tiroteo dentro de un centro de rehabilitación clandestino cuyo saldo preliminar es de 24 muertos y 7 heridos, testigos describieron el ambiente como denso y abrumador.
Alejandro Gibrán Chichipan, reportero de Televisa Irapuato, señaló que la “escena fue bastante abrumadora cuando abrieron las puertas”.
El reportero observó los cuerpos apilados sobre colchonetas en cuartos de color rosa, en una casa donde aparentemente había vivido una familia.“Parecía que estaban durmiendo”, dijo.
De momento, ningún grupo de crimen organizado se ha adjudicado la masacre.