Un temporal obligó este jueves a suspender las operaciones de búsqueda de los restos del Boeing 777 de Malaysia Airlines desaparecido el 8 de marzo pasado en el sur del Océano Índico, donde un satélite tailandés detectó otros 300 objetos flotantes.
«Todos los aviones regresan a Perth y los barcos abandonan la zona de búsqueda», señaló la Autoridad Australiana de Seguridad Marítima (AMSA), que coordina la búsqueda en la gran ciudad del oeste de Australia.
La interrupción, la segunda en la semana, retrasa el trabajo de los equipos que entablaron una carrera contra reloj para recuperar las cajas negras del avión desaparecido con 239 personas a bordo.
En Bangkok, las autoridades tailandesas anunciaron que un satélite tailandés había localizado unos 300 objetos flotantes en la zona del océano Índico donde se lleva a cabo la búsqueda.
«Un satélite tailandés descubrió unos 300 objetos, de un tamaño que oscila entre dos y 15 metros, flotando en el sur del océano Índico», a 2.700 kilómetros de Perth, dijo a la AFP Anond Snidvongs, director ejecutivo de la agencia pública GISTDA.
En la víspera, Malasia había dicho que imágenes captadas por un satélite de Airbus Defensa y Espacio revelaban la presencia de 122 objetos en un área de 400 km2 al sur del Índico.
Pero, al no poder recuperarlos y por lo tanto identificarlos, es imposible afirmar que corresponden a restos del Boeing 777 que volaba de Kuala Lumpur a Pekín.
Pero, el sur del Océano Índico es una especie de «no man’s sea» (mar de nadie), donde el tráfico marítimo es poco denso y por lo tanto no es fácil encontrar objetos «contaminantes» como en otros mares.
Seis aviones militares puestos a disposición por Estados Unidos, Japón y Australia iban a realizar vuelos de reconocimiento durante el jueves, al igual que otros cinco aparatos civiles, según la Autoridad Australiana de Seguridad Marítima (AMSA). Pero, la tarea de búsqueda quedó frustrada otro día más.
El avión se desvió de su trayectoria prevista apenas una hora después de despegar de Kuala Lumpur y continuó volando miles de kilómetros hacia el sur para luego precipitarse al mar, probablemente por falta de combustible.
Cinco navíos también participan en estas tareas, un acorazado de apoyo logístico de la Marina australiana y dos barcos chinos, aunque en la jornada debieron abandonar el área.
En este contexto, la investigación sobre la funesta desaparición del vuelo MH370 podría llevar años, pero ya las primeras demandas contra la compañía aérea y el constructor fueron anunciadas en Estados Unidos.
El conocido despacho de abogados estadounidense Ribbeck Law, cuya sede se encuentra en Chicago (Illinois, norte de EEUU), ha presentado el caso ante un tribunal del Estado en nombre de un abogado indonesio, Januari Siregar, cuyo hijo Firman, de 25 años, se encontraba a bordo del aparato.
Si bien los expertos no han aventurado aún una teoría definitiva, los abogados estadounidenses creen que un principio de incendio o una inesperada despresurización de la cabina dejó a los pilotos inconscientes y el Boeing se volvió «un avión fantasma».
Boeing y Malaysia Airlines son jurídicamente «responsables de la catástrofe», según los abogados, que reclamarán «millones de dólares» para los deudos, quienes acusan a Malasia, al constructor y a la compañía aérea de opacidad e incompetencia.
«La situación ha sido tratada de una manera espantosa, con absoluta falta de tacto», dijo este jueves la hermana de un pasajero del avión de origen neozelandés, Paul Weeks.
«El gobierno malasio y la compañía han actuado simplemente de manera lamentable», añadió Sara Weeks en declaraciones a una radio local.