Taiwán ha puesto fin a la exención de visado para los ciudadanos de El Salvador, tras la adopción, el mes pasado, de una medida similar por parte del país centroamericano en perjuicio de los taiwaneses, anunció hoy el Ministerio taiwanés de Relaciones Exteriores.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán protestó después de saber que El Salvador había interrumpido la exención de visado para taiwaneses el 11 de diciembre y decidió tomar una medida idéntica como represalia.
Las medidas de El Salvador y Taiwán dificultarán los intercambios entre los dos países, ya que ninguno de ellos tiene representación en el otro, por lo que sus ciudadanos se verán forzados a gestionar el visado a través de terceros países.
El Salvador fue el último aliado diplomático de la isla en romper los lazos con Taipéi para establecerlos con Pekín, en agosto del 2018, tras República Dominicana y Burkina Faso, el mismo año, y Panamá, en 2017.
Otros países, como República Dominicana, tras romper las relaciones dilpomáticas con la isla, han mantenido la exención de visado, por lo que en Taiwán se recibió muy mal la medida salvadoreña, efectuada sin previo aviso.
Desde 2018, la presión china sobre Taiwán ha aumentado en el cerco a los intentos isleños por participar en organismos internacionales.
El pasado día 2, el presidente chino, Xi Jinping, afirmó que Taiwán «debe ser y será reunificada» con China, unas declaraciones que levantaron ampollas en Taipéi.
Por su parte, la presidente isleña, Tsai Ing-wen, pidió a China que respete su democracia, que use medios pacíficos para resolver las diferencias mutuas y que adopte una postura racional y pragmática ante la isla.
Aunque Taiwán funciona como un país independiente desde que, en 1949, los nacionalistas chinos se refugiaran en la isla tras ser derrotados por los comunistas, Pekín lo considera una provincia rebelde