El presidente de Singapur, Tharman Shanmugaratnam, anunció este martes la disolución del Parlamento para dar paso a la celebración de elecciones el 3 de mayo, que pondrán a prueba el liderazgo del Partido de Acción Popular (PAP) en pleno impacto de la guerra comercial en la isla exportadora.
En un breve comunicado, el presidente singapurense, un cargo ceremonial, anunció hoy la disolución de la cámara, que abre el proceso electoral.
Poco después, el Comité Electoral informó de que los comicios se celebrarán el 3 de mayo, fecha que coincide con las elecciones de Australia, en plena guerra arancelaria.
Los partidos deberán nominar a sus candidatos el 23 abril, fecha en la que se iniciará la campaña electoral, apuntó por su parte la Oficina del Primer Ministro, Lawrence Wong, en otro comunicado.
Wong, quien asumió el cargo en mayo del año pasado y se espera que se postule al frente del PAP, fue quien pidió al presidente la disolución del Legislativo, apunta el texto de su oficina.
«Estamos siendo testigos de cambios profundos en el mundo, que se ha convertido en un lugar más inseguro e inestable. Las condiciones globales que han permitido el éxito de Singapur durante las pasadas décadas puede que no perduren», dijo hoy Wong en su cuenta de Facebook.
Singapur rebajó este lunes a un rango de entre el 0 y el 2 %, desde la horquilla previa del 1 al 3 %, su previsión de crecimiento económico para 2025, debido al impacto de la guerra comercial.
Wong añadió que, «ante esta tesitura, los singapurenses deberán decidir quién lidera nuestra nación».
La isla ya publicó en marzo una nueva lista de distritos electorales, indicando que las elecciones podrían celebrarse antes de que acabara el primer trimestre, con la fecha tope para ello el próximo noviembre.
El PAP ha gobernado la isla desde la independencia de la ciudad-Estado de Malasia en 1965, y el opositor Partido de los Trabajadores obtuvo en los comicios de julio de 2020 su mejor resultado, con 10 parlamentarios, muy lejos del PAP, con 83.
La llamada a las urnas llega en un momento en el que tanto el PAP como el opositor Partido de los Trabajadores afrontan sus propias crisis de confianza.
El pasado octubre, el exministro de Transporte, Subramaniam Iswaran, del PAP, fue condenado a un año de cárcel por delitos de corrupción, el primer caso de este tipo en la isla en décadas.
Por otro lado, en febrero, el líder de la oposición, Pritam Singh, fue multado por un tribunal al ser hallado culpable de mentir bajo juramento en el Parlamento, si bien aún puede presentarse a las elecciones.
Wong tomó el relevo del ex primer ministro Lee Hsieng Loong, hijo del fundador del Singapur moderno, Lee Kuan Yew, lo que marcó el fin de la dinastía, que transformó la isla de pescadores en uno de los países más ricos del mundo, con una fórmula que combina el aperturismo económico y el recorte de libertades.