Claudia Sheinbaum cumple este miércoles 100 días como la primera mujer presidenta de México, con alta popularidad, pero con el reto de lidiar con la violencia del narcotráfico y la incertidumbre desatada por la victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos.
Los sondeos coinciden en que cerca de tres cuartas de la población aprueban la gestión de Sheinbaum, quien asumió el 1 de octubre, pero también enuncian como mayores preocupaciones la inseguridad y las repercusiones económicas que acarrea el próximo presidente estadounidense.
«Hay una preocupación real sobre el tema de la seguridad y de la migración, que yo creo que esos serán sus principales desafíos. (Pero) estos primeros 100 días se dan en el marco de una aprobación impresionante hacia la presidenta», comenta a EFE Xóchitl Pimienta Franco, directora regional del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey.
La violencia del narco, el mayor desafío
Aunque Sheinbaum obtuvo un 78 % de aprobación en la encuesta que publicó el diario El Financiero esta semana, casi dos tercios de la ciudadanía, el 64 %, tacharon de «mal/muy mal» su desempeño en el combate al crimen organizado, mientras que el 68 % consideró la inseguridad pública como el «principal problema del país».
La mandataria heredó la pugna interna del Cartel de Sinaloa, que ha dejado cerca de 600 asesinatos en ese homónimo estado del norte del país desde el 9 de septiembre tras la captura en Estados Unidos, el 25 de julio, de los capos Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo del ‘Chapo’ Guzmán.
Además, México sumó 27,794 homicidios dolosos en los primeros 11 meses de 2024, una subida interanual del 1,47 %, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
«La paz narca que al parecer se acordó en el sexenio pasado (de Andrés Manuel López Obrador, 2018-2024), simple y sencillamente fue insostenible al iniciar la actual Administración porque los protagonistas cambiaron en ambos bandos», señala Clemente Romero Olmedo, experto en seguridad nacional de Cronem Consultores.
Pese a las similitudes con López Obrador, como un enfoque en atender «las causas de la violencia», la profesora Pimienta Franco percibe cambios en la estrategia de Sheinbaum, como un mayor enfoque en la inteligencia, profesionalizar las policías y empoderar a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
«Se tienen que lograr resultados muy visibles en el combate al crimen organizado porque ninguno de los dos lo logró. ¿Cómo se distingue? Yo creo que ella ha sido mucho más frontal, incluso con el crimen organizado porque no vemos este tema (de López Obrador), por ejemplo, de ‘los abrazos, no balazos'», opina.
La relación con Trump, su momento de definición
Desde el triunfo de Trump, el 5 de noviembre pasado, la relación con Estados Unidos y la incertidumbre económica se ha convertido en «un reto mayúsculo que definirá la presidencia de Sheinbaum», advierte William Jensen Díaz, asociado del Consejo Mexicano de Asuntos Internacional (Comexi).
«No era un escenario imprevisible, pero de cualquier forma es una tarea monumental para la presidenta que la relación con Trump y la respuesta a sus políticas proteccionistas consumirá gran parte de su Gobierno a partir de ahora», indica el analista internacional.
Sheinbaum reiteró este miércoles que «habrá una buena relación con Trump» como, según ella, hubo con López Obrador, de su mismo partido, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Pero al mismo tiempo tuvo que defender el nombre del Golfo de México, que el presidente electo estadounidense pidió cambiar a ‘Golfo de América’ al acusar a México de estar «gobernado por los cárteles».
La primera mujer presidenta de México se muestra «cada vez más distante» en estilo a su antecesor, al tener «unos 100 primeros días bastante provechosos» con «un discurso de género muy sólido, muy fuerte y mucha claridad de qué quiere que sea su Gobierno», resalta Pimienta Franco.
Entre sus acciones destacan que las primeras reformas que reconocieron en la Constitución el derecho de la mujer a una vida libre de violencia, la igualdad sustantiva y la paridad salarial, además de nombrar 2025 como ‘el año de la mujer indígena’.