A primera vista parecía un árbol de Navidad como cualquier otro, pero entre las velas y las guirnaldas había una serpiente venenosa escondida, que logró trepar al adorno instalado en una casa en Australia.
La mujer llamada Cheryl percibió el domingo que tenía un huésped no deseado en su casa de Melbourne, pero logró mantener la calma y se hizo una tasa de té mientras esperaba la llegada del cazador de serpientes.
«Era una serpiente tigre. Son muy mortales, pero sólo si les haces daño», explicó a la AFP el cazador Barry Goldsmith que se hizo cargo de atrapar al animal. «Probablemente entró por una puerta abierta, pero Cheryl fue muy sensata», dijo.
El agente destacó el comportamiento de la mujer, que simplemente sacó una foto y la mandó.
«20 minutos después tenía el bicho en una bolsa», contó.
En Australia se encuentran 20 de las 25 serpientes más venenosas que hay en el mundo, incluyendo la serpiente tigre, que puede medir hasta 2,9 metros y que habitualmente vive en las áreas costeras.