Esta vez, Santa Claus no entró por la chimenea, sino que quebró una puerta y allanó una casa con presuntos narcotraficantes: se trata de un policía de incógnito en Perú, que recurre a un disfraz para luchar contra el crimen.
Papá Noel -como también se le conoce en algunos países hispanohablantes-, no viaja en renos en Lima; no dice «Jojojo», sino «Alto, policía»; y va a pie por zonas populares o sectores comerciales, aprovechando las fiestas navideñas. Si ve un hecho irregular, lo reporta por radio a sus compañeros, para que intervengan, y él también participa.
«Nosotros nos podemos mimetizar de cualquier tipo de personaje. Este es un personaje especial. Hemos tenido la oportunidad de allanar una vivienda por un tema de venta de droga», explicó a América TV el coronel de la policía Jorge Angulo.
Los Santa Claus policías intervinieron recientemente una vivienda y capturaron a un presunto traficante de drogas, según un video difundido por la policía. Este tipo de actividades encubiertas son habituales en el escuadrón policial Terna, cuyos miembros actúan encubiertos, disfrazados de barrenderos, indigentes o vendedores callejeros, para detectar presuntos delincuentes.
La seguridad ciudadana es una de las mayores preocupaciones de Perú: los asaltos y balaceras en restaurantes e incluso asesinatos de comerciantes a plena luz del día han causado inquietud en el país. El gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien asumió su cargo en julio, se ha comprometido a enfrentar este problema.»El mejor regalo que podemos dar en Navidad, es un poco de seguridad a las personas», agregó el coronel.