El número de personas que huyen de la violencia en Centroamérica, especialmente del llamado Triángulo del Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras) ha aumentado a niveles que no se conocían desde que la región fue azotada por los conflictos armados en los años ochenta», señaló el Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
El mayor flujo de solicitudes de asilo se dirige a Estados Unidos, donde el año pasado se dio un aumento de casi el 100% con respecto a 2014 y de 250% con respecto a 2013, señala la agencia de la ONU, que manifiesta particular preocupación por los niños que emigran sin la compañía de adultos.
El año pasado 3.423 personas, en su mayoría salvadoreños y hondureños, pidieron asilo en México, lo que representa un aumento del 65% con respecto a 2014, pero las peticiones de asilo también se incrementaron «dramáticamente» en países del istmo: Costa Rica, Nicaragua, Panamá y Belice, señala el ACNUR.
Por tal razón, la entidad lanzó un llamado “urgente” a la acción de los gobiernos y la sociedad civil de Centroamérica ante el creciente número de personas que huyen de sus países por el incremento de la violencia.
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«La violencia a gran escala y la persecución a manos de actores criminales armados ya se han convertido, junto con la pobreza y la falta de empleo, en las causas principales de los movimientos migratorios desde el Triángulo Norte», puntualizó el organismo.
«Expresamos particular preocupación por el rápido aumento, entre los que huyen, de niños no acompañados y mujeres», agregó.
ACNUR destacó que los niños emigran para huir del reclutamiento forzoso por parte de las «pandillas criminales», mientras que las mujeres lo hacen para ponerse a salvo de la violencia sexual y los asesinatos.
«La creciente crisis en Centroamérica requiere con urgencia una intensa respuesta de protección y un enfoque regional hacia la responsabilidad compartida», advirtió el ACNUR que dijo estar trabajando cerca de los gobiernos y las entidades de la sociedad civil para enfrentar el problema.
Cifras oficiales de El Salvador revelan que en ese país se comete un promedio diario de 22 asesinatos, atribuidos en su mayoría a las temidas pandillas, mientras que Honduras registra un promedio de 14.