Juan Lizama vive en el estado de Nueva Jersey, tiene 41 años y es uno de los dos limpia ventanas que estaban pendidos del piso 68, cuando uno de los andamios se desprendió. Luego de una hora, bomberos socorrieron a los trabajadores y este día brindaron declaraciones al respecto.
“Estoy feliz de estar en Estados Unidos y lo que les puedo decir que estábamos en un día normal. Tuvimos un chequeo normal para ver que todo estuviera bien. Ese día hicimos todo lo de rutina checamos todo. Estábamos trabajando en perfectas condiciones el escafo estaba bien. Por el lado de nosotros la seguridad iba en orden, estábamos listos para ir abajo”, expresó el salvadoreño sobreviviente.
Agregó que todo el trabajo realizado fue verificado al igual que las medidas de seguridad. Se percataron de que todo iba en orden hasta que ocurrió el accidente.
“Hicimos el trabajo en el piso 43 y el escafo trabajaba bien y nosotros vimos que todo iba bien. Para nosotros la seguridad es la número uno y cuando íbamos para arriba no esperábamos lo que pasó. En un momento pensamos que la situación se nos iba de las manos pero lo importante es que en todo momento estuvimos en control. Esto es algo que no está en las manos de nosotros. Paciencia que la ayuda viene. Gracias a los bomberos, gracias a los muchachos que están en el grupo que nos comunicamos con el radio y la persona de abajo que nos protegía. Con Juan (López) siempre tuvimos paciencia. En ese momento debíamos tener control. Nos asustamos bastante”, agregó.
Juan López, de 33 es su compañero, que vive en Bronx, tiene 15 años de experiencia trabajando en las alturas. La empresa con la que trabajan realizan una capacitación de seguridad durante 18 meses, luego reciben unas clases para refrescar lo aprendido.
Lizama explicó que hizo una llamada a su esposa Hilda y su hijo mayor Kevin, de 16 años. Ambos veían los reportes en la televisión hasta que fueron rescatados. Los familiares de Lizama oraban mientras veían el rescate.
“Después la situación se controló. Ese día fuimos nosotros, pero no sabemos de los cientos de trabajadores quién será el próximo, la seguridad debe ser ante todo. Ese día quedó demostrado que si no es por la seguridad, nosotros habríamos quedado ahí. En ese momento yo llamé a mi esposa y le dije que había una emergencia pero que todo estaba controlado. Le llamé a mi hijo de 16 años y le dije, hijo, hay un problema pero Daddy está bien. Gracias a Dios que estoy de regreso a mi familia. Estoy contento de hacer lo que hago. Yo gozo haciendo mi trabajo, pero la seguridad es primero”, expresó el salvadoreño.
Los informes indican que el andamio de los limpiaventanas se desprendió de uno de los cables que lo sostienen desde el tope de la torre One World Trade y quedaron colgando en un ángulo de 65 grados.
Los hombres fueron rescatados por personal de bomberos después de una hora. Los rescatistas tuvieron que romper un vidrio del rascacielos para llegar a los trabajadores.
Las personas que se encontraban visitando el Monumento de Recordación del 11-S fueron desalojadas del área alrededor de la 1:50 p.m.