El Ministerio de Defensa de Rusia aseguró hoy haber liquidado a todos los saboteadores rusos que atacaron el lunes la región de Bélgorod, limítrofe con Ucrania, país que se desvinculó de dicho ataque.
«Los grupos armados nacionalistas fueron rodeados y eliminados. Han sido liquidados más de setenta terroristas ucranianos», informó el portavoz de Defensa, Ígor Konashénkov, en su parte bélico diario.
El teniente general ruso destacó que parte de los asaltantes fueron expulsados a Ucrania, donde la artillería rusa siguió atacándoles «hasta su total eliminación». También fueron destruidos cuatro blindados y cinco camionetas.
Durante la operación antiterrorista participaron las unidades que protegen las fronteras del Distrito Militar Occidental, la artillería y la aviación.
Las autoridades de Bélgorod, que tuvieron que proceder a evacuar nueve localidades de la provincia, estimaron en diez los heridos en los ataques, mientras una anciana murió durante la evacuación.
El gobernador, Viacheslav Gladkov, denunció que se trataba de saboteadores de las Fuerzas Armadas de Ucrania, pero un representante del Directorio de Inteligencia Militar de Ucrania aseguró que detrás de esos ataques estaban dos grupos de rusos que combaten del lado de Kiev: el Cuerpo de Voluntarios Rusos y la Legión Libertad para Rusia, quienes el mismo lunes se atribuyeron la responsabilidad del ataque.
«El Ejército ruso no pudo enfrentar al grupo de patriotas voluntarios que tomaron las armas y no tuvieron miedo de enfrentar abiertamente al régimen de Moscú en aras del futuro libre de Rusia», informó este martes la Legión Libertad para Rusia en su canal de Telegram.
Los voluntarios destacaron que su ataque «echó por tierra una vez más el mito de que los ciudadanos rusos están seguros y Rusia es fuerte», al no descartar futuras acciones.
Por su parte, el Cuerpo de Voluntarios Rusos emitió en paralelo un comunicado en el que aseguró que «el país está listo para los cambios».
«Pronto en Rusia no habrá nadie cuyo conocido no haya perdido la vida en esta guerra criminal. Para ponerle fin hay que golpear al enemigo en los territorios que ocupa. La guerra continuará hasta que el cuerpo ahorcado de (el presidente ruso, Vladímir) Putin adorne los muros del Kremlin», afirmó el movimiento.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, admitió hoy su «profunda preocupación» por la incursión de saboteadores y aseguró que por ello debe continuar la campaña militar en el país vecino.
«Sin duda, lo que ocurrió ayer suscita profunda preocupación. Es una nueva demostración de que los combatientes ucranianos continúan sus actividades contra nuestro país. Continuará la operación militar especial (en Ucrania) para evitar semejantes incursiones en el futuro», subrayó.
Peskov descartó no obstante que Putin vaya a celebrar una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de Rusia dedicada a la incursión en Bélgorod, como sí lo hizo en marzo pasado tras una incursión similar en la región fronteriza de Briansk, reivindicada por el Cuerpo de Voluntarios Rusos.
Al ser preguntado por la participación de rusos en el ataque a la región, Peskov reiteró que son «combatientes ucranianos de Ucrania».
La viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Malyar, calificó hoy a los saboteadores de «patriotas de Rusia» que «se rebelan contra el régimen de Putin».
Malyar atribuyó las acciones armadas al «deseo de los ciudadanos (rusos) de cambiar el sistema político del país y parar esta guerra sangrienta desatada por el Kremlin».