Las réplicas del terremoto que sacudió la región occidental china del Tíbet el pasado 7 de enero, que dejó un saldo de 126 fallecidos, han continuado causando estragos, incluyendo una de magnitud 5 registrada este lunes, que derrumbó viviendas y agravó los daños en las áreas afectadas.
Más de 3.600 réplicas se han registrado hasta este martes, complicando las tareas de rescate y reasentamiento, informó hoy el Centro de Redes Sismológicas de China.
Entre las réplicas detectadas, 3.104 fueron de magnitud inferior a 2, mientras que 458 oscilaron entre 2 y 2,9, y 45 entre 3 y 3,9.
Las más potentes, de 4,9 y 5 de magnitud, ocurrieron durante la noche de este lunes, ambas con epicentros a 10 kilómetros de profundidad y con apenas pocos minutos de diferencia en el tiempo.
Aunque no se han reportado nuevas víctimas mortales tras estas sacudidas, los equipos de rescate evacuaron a residentes de zonas críticas antes del anochecer para prevenir riesgos mayores.
El esfuerzo humanitario ha centrado la atención en la transición de refugios temporales a estructuras más duraderas, informó la agencia estatal Xinhua.
Hasta el 12 de enero se habían instalado 2.198 casas prefabricadas en las áreas afectadas. Estas medidas incluyen el suministro de mantas, calefactores y tiendas de campaña, buscando mitigar el impacto de las bajas temperaturas, previstas en torno a los 13 grados bajo cero en las próximas noches.
El terremoto inicial, de magnitud 6,8, tuvo su epicentro en el condado de Tingri, cerca del campamento base norte del Everest, provocó la muerte de 126 personas y el colapso de numerosas viviendas e infraestructuras.
La región, situada en una de las zonas sísmicas más activas del mundo, enfrenta desafíos adicionales debido a sus condiciones geográficas y climáticas adversas, como deslizamientos de tierra y nevadas frecuentes.
El presidente chino, Xi Jinping, reiteró poco después del sismo la necesidad de «esfuerzos exhaustivos para salvar vidas y minimizar el número de víctimas», instando a las autoridades a prevenir desastres secundarios y a acelerar la reconstrucción.
Además, China destinará unos 30 millones de yuanes (alrededor de 4,17 millones de dólares) para reparar las carreteras dañadas por el terremoto en el Tíbet.
Según el Ministerio de Hacienda, estos fondos, asignados conjuntamente con la cartera de Transporte, también buscarán prevenir desastres secundarios, «detectar peligros ocultos» en carreteras y puentes, y garantizar el transporte de ayuda de emergencia y materiales de subsistencia.