Una nueva variante de un echovirus detectada en Francia se ha relacionado con infecciones neonatales graves en nueve bebés, de los que siete fallecieron entre julio de 2022 y el pasado abril.
Los casos, que se reportan en el último número de la Revista europea de vigilancia, epidemiología, prevención y control de enfermedades infecciosas (Eurosurveillance), se asocian con una nueva variante del echovirus 11 (E11). Un echovirus es una de las varias familias de enterovirus (EV) y afectan al tracto digestivo.
“Este informe sugiere que una nueva variante de E-11 está circulando actualmente y se asocia con un alto riesgo de infección neonatal grave y muerte, al menos en Francia”, escriben los autores del estudio.
Además indica que los médicos “deben ser conscientes de la posible implicación de enterovirus en cuadros clínicos graves en neonatos, ya que (los facultativos) están en primera línea para detectar estos casos”.
Entre julio de 2022 y abril del presente año, se notificaron en Francia nueve casos de infección neonatal grave con insuficiencia hepática, de los que siete fallecieron y “todos estaban asociados a una nueva variante del echovirus 11”.
Los nueve neonatos afectados por la infección fueron cuatro pares de gemelos, nacidos entre la semana 31 y 36, y otro bebé cuyo nacimiento sí fue a término; todos ellos varones, que fueron hospitalizados en unidades de cuidados intensivos pediátricos por sospechas de sepsis neonatal.
En todos los pacientes, los primeros síntomas aparecieron entre el tercer y quinto día de vida, con fiebre y apnea, seguidos rápidamente por signos de shock séptico y fallo hepático.
Todos los casos presentaban insuficiencia renal aguda al inicio de los síntomas, uno tenía miocarditis, tres fueron diagnosticados de meningoencefalitis y dos de enterocolitis.
La Sociedad Francesa de Pediatría, por su parte, ya había informado en una comunicación de finales de abril de estos casos que se habrían producido en «un contexto infeccioso materno-fetal probado (7 casos) o probable».
Además, agregó que en «cuatro de las cinco madres se notificó un contexto infeccioso materno (fiebre, signos digestivos) en las 48 horas anteriores al parto».
Los autores del estudio publicado hoy recuerdan que la enfermedad neonatal por EV sintomática se presenta inicialmente como una sepsis neonatal, que es “clínicamente indistinguible de las infecciones bacterianas o por virus del herpes simple”.
Por ello, estiman que los neonatos con una sepsis inexplicada que presenten signos de miocarditis o insuficiencia hepática con citólisis “deben ser evaluados rápidamente para detectar una infección por EV, especialmente si la madre ha tenido síntomas agudos de gastroenteritis en los días anteriores al nacimiento”.
También recomienda que se tomen muestras de sangre, respiratorias, de líquido cefalorraquídeo y de heces para realizar pruebas iniciales y secuenciación posterior.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya señaló el pasado miércoles que Francia había notificado un incremento inusual de casos de septicemia grave neonatal relacionada con enterovirus.
Aunque la organización reconoció que, por el momento, la información que se tiene es limitada apuntó que su evaluación indica que el riesgo para la población en general es bajo.