Un comité liderado por la oposición demócrata ha comenzado a redactar la acusación contra el presidente estadounidense, Donald Trump, por sus presiones a Ucrania, después de una semana frenética de audiencias públicas que les han dado más munición para someter a un juicio político al mandatario.
El Comité de Inteligencia de la Cámara Baja empezó esta semana a escribir un informe que resumirá sus conclusiones y permitirá al Comité Judicial decidir si redacta artículos para someter a un juicio político a Trump, informaron este viernes varios medios estadounidenses.
Mientras, Trump aseguró que sí quiere que se celebre el juicio político en su contra, y que desea que en él testifique el informante anónimo que desató el escándalo sobre Ucrania, cuya identidad aseguró conocer.
«QUIERO UN JUICIO POLÍTICO»
«Francamente, quiero un juicio», afirmó Trump en una entrevista telefónica de casi una hora con el programa matutino de su cadena de televisión favorita, Fox News.
«Quiero que el informante, que hizo una denuncia falsa, testifique», añadió.
El presidente dijo conocer la identidad del informante, que describió como «un estratega político», a pesar de que lo único confirmado hasta ahora es que se trata de un agente de la CIA.
Aunque algunos medios conservadores han filtrado el nombre de un funcionario al que acusan de ser el informante, su identidad no se ha corroborado y el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, el demócrata Adam Schiff, ha asegurado que desconoce de quién se trata.
Trump apuntó que también quiere que Schiff testifique en un posible juicio político para hablar «sobre el informante», y que también lo haga el hijo del ex vicepresidente Joe Biden, Hunter.
La investigación a Trump se basa en sus presiones para lograr que Kiev indagara en si Biden fue corrupto en su trato con Ucrania cuando era vicepresidente y su hijo Hunter estaba en la junta directiva de la compañía de gas ucraniana Burisma.
¿EL FIN DE LAS AUDIENCIAS PÚBLICAS?
Tras escuchar el testimonio de nueve testigos durante tres días esta semana, la Cámara Baja entró en receso hasta el próximo martes, sin programar por ahora ninguna nueva audiencia pública.
Los congresistas trabajarán poco la próxima semana debido a que el jueves se celebra Acción de Gracias, y aunque no hay nada confirmado, muchos en Washington creen que no habrá más audiencias públicas relacionadas con Ucrania, ni siquiera en diciembre.
Sin embargo, los demócratas quieren convocar al menos una sesión pública relacionada con la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016, concluida el pasado marzo, reveló hoy la revista Politico.
Esta semana, la Cámara Baja informó de que está investigando si Trump mintió a Mueller al negar en una declaración escrita haber hablado sobre la plataforma WikiLeaks con su amigo Roger Stone, a raíz de nuevas revelaciones que han salido a la luz en el juicio de este mes al excolaborador del ahora mandatario.
Los demócratas quieren que el testigo en esa audiencia sea el exabogado de la Casa Blanca Don McGahn, pero ese letrado se ha negado a comparecer si no se lo ordena un tribunal, por lo que es posible que el plan de los legisladores quede en papel mojado.
LOS CARGOS CONTRA TRUMP
Una vez que reciba el informe sobre las pruebas contra Trump, el Comité Judicial deberá decidir si redacta los llamados artículos para un juicio político, con el fin de que el pleno de la Cámara Baja vote después para aprobarlos y dar paso a un «impeachment», que se celebraría en el Senado.
Según Fox News, hay cuatro posibles artículos o cargos contra Trump que podría esgrimir el Comité Judicial: abuso de poder, soborno, desacato al Congreso y obstrucción de Justicia.
Lo que aún no está claro es cuándo lo hará, porque la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, se ha negado a esbozar un calendario. No obstante, muchos demócratas sospechan que habrá un voto en el pleno del hemiciclo antes de Navidad, lo que retrasaría el comienzo del juicio político al menos hasta enero.
En una reunión este jueves, altos cargos de la Casa Blanca y senadores republicanos debatieron la posibilidad de convocar un juicio político rápido, de unas dos semanas, para llegar cuanto antes a una votación final que, a no ser que muchos conservadores cambien de bando, probablemente acabará en la absolución de Trump.