Un sacerdote se ha visto envuelto en un escándalo después de que se descubriera que mantuvo relaciones sexuales en el altar de la iglesia que tenía a su cargo, acto que fue considerado por un jerarca religioso como una “profanación demoníaca”.
El arzobispo de Nueva Orleans, Gregory Aymond, se refirió al escándalo que ha ocasionado el sacerdote Travis Clark, de 37 años, del distrito de Pearl River, Luisiana (Estados Unidos). Se le acusa de mantener relaciones sexuales con dos mujeres en el altar de la Iglesia Santos Pedro y Pablo.
Fue por esta razón que el altar fue quemado después de esta profanación «demoníaca» perpetrada por Clark.
«Su comportamiento obsceno fue deplorable. Su profanación del altar en la iglesia fue demoníaca. Estoy enfurecido por sus acciones», afirmó el arzobispo Aymond a través de un video difundido el 9 de octubre. Agregó que el altar fue «retirado y quemado» una vez que se aclararon los detalles del suceso. «Bendeciré un nuevo altar mañana», indicó.
Según la Policía local, el sacerdote fue visto por un transeúnte el pasado 30 de septiembre cuando estaba semidesnudo. Solo vestía la indumentaria de sacerdote y junto a él había dos mujeres que usaban corsés y tacones altos y manipulaban juguetes sexuales.
Iglesia donde fue el caso del escándalo
Las mujeres fueron identificadas como Mindy Dixon, de 41 años, y Melissa Cheng, de 23, quienes fueron descritas por algunos medios de comunicación como «dominatrices». Ellas también fueron acusadas de realizar «actos obscenos» en el altar, que es claramente visible desde la calle.
Tanto el sacerdote como las dos mujeres fueron detenidos por la Policía, pero ya recuperaro su libertad, pero la investigación continúa.
En el video, el arzobispo también comentó otro escándalo. Es el caso del sacerdote Pat Wattigny, de 53 años, que la semana pasada confesó haber abusado de un menor en diciembre del 2013.
“Muchas personas sienten ira, traición y decepción. Siento lo mismo, igual que mis hermanos sacerdotes. Lo hecho por Pat Wattigny y Travis Clark es inaceptable, pecaminoso y no puede tolerarse”, afirmó.