Mientras, en la región rusa Kursk, uno de los principales obstáculos para el inicio de negociaciones de paz, el Ejército ruso dio hoy por liberada otra ciudad, Goncharovka.
Dicha localidad de menos de 3.000 habitantes se encuentra a las afueras de Sudzha, principal centro de resistencia ucraniana que fue reconquistado por los rusos el jueves.
En un aviso para navegantes, Putin se vistió por primera vez esta semana con ropa de camuflaje desde el inicio de la contienda e inspeccionó a las tropas en Kursk, donde ordenó aplastar a los «terroristas» ucranianos.
Rusia ha recuperado en las últimas dos semanas casi una treintena de localidades y más de 200 kilómetros cuadrados de territorio controlado por Kiev desde agosto de 2024.
A los soldados ucranianos que aún están atrincherados, Putin les sugirió que se rindan y depongan las armas, aduciendo que pronto se cerrará el cerco y ya no podrán regresar a su país.
«Tienen dos opciones: rendirse o morir», afirmó.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, prometió este viernes garantizar la vida y un trato digno a los soldados ucranianos cercados por las tropas rusas en la región de Kursk, tal y como le pidió el líder estadounidense, Donald Trump.
«En caso de que depongan las armas y se entreguen, se les garantizará la vida y un trato digno de acuerdo con las normas del derecho internacional», dijo el jefe del Kremlin en una reunión telemática con miembros del Consejo de Seguridad ruso.
Vladímir Putin espera que su homólogo estadounidense, Donald Trump, resuelva en breve sus dudas sobre la aplicación de la tregua en Ucrania tras reunirse en el Kremlin con el emisario especial de la Casa Blanca, Mike Witkoff.
«Putin apoya la postura de Trump sobre el arreglo, pero (el jueves) planteó algunas preguntas a las que hay que responder conjuntamente», dijo hoy Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.
No obstante, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aseguró que la primera declaración de Putin sobre la propuesta de tregua de 30 días -la apoyó el jueves, pero con numerosos matices- es, en realidad, una estratagema para alargar la guerra.