El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, anunció este miércoles, tras dos años y medio en el poder, su dimisión efectiva a partir del 2 de agosto, a consecuencia del escándalo desatado por su participación y algunos de sus asesores, en un chat privado.
Rosselló anunció el pasado domingo en un mensaje a través de las redes sociales que no se presentará a la reelección y que renunciaba a la presidencia del PNP, aunque mantuvo que terminaría su mandato.
El gobernador dijo durante el mensaje que aceptaba el inicio de un juicio político en su contra.
Rosselló, en estos momentos, se mantiene en el cargo a pesar de los insistentes rumores de su inminente dimisión en las próximas horas, algo que no han confirmado los representantes de su gabinete.
La Constitución de Puerto Rico establece que se inicie un juicio político contra el gobernador si se cometen los delitos de soborno, traición, delito grave o menos grave que implique depravación.
La Cámara de Representantes tiene la potestad exclusiva de iniciar el proceso con el apoyo de dos terceras partes de sus miembros.
De la Cámara baja pasaría al Senado donde, si se apoya por tres cuartas partes de sus miembros, se celebraría un juicio presidido por la jueza presidenta del Tribunal Supremo.
El origen de la crisis política e institucional que sufre Puerto Rico está en la filtración total, el pasado 13 de julio, de un chat de la aplicación de mensajería de Telegram con casi 900 páginas en las que el gobernador y su círculo más allegado insultan y se mofan de la oposición, compañeros de partido, mujeres y el colectivo LGBT, entre otros.
La filtración provocó un malestar popular que degeneró en multitudinarias manifestaciones de protesta encabezadas por artistas como Ricky Martin y René Pérez Joglar «Residente».