El derrumbe de un supermercado en Riga que causó más de 50 muertos «debería considerarse un asesinato» y no una catástrofe natural, declaró este sábado el presidente letón, Andris Berzins.
«Este dossier debería considerarse como un asesinato de numerosas personas indefensas y requiere una reacción adecuada», declaró el jefe de Estado a la televisión pública LTV.
«Es un caso complejo. No puede calificarse de catástrofe natural o de mala suerte, porque la naturaleza no desempeñó ningún papel», añadió Berzins, sin entrar en detalles.
La policía letona baraja tres hipótesis sobre las causas del accidente: la concepción del edificio, su construcción y los numerosos elementos que fueron instalados en el tejado.
Según el presidente, «este caso debería examinarse a toda velocidad».
Los bomberos y los socorristas seguían este sábado buscando entre las ruinas del establecimiento pero sin esperanzas de encontrar supervivientes porque en las dos últimas noches las temperaturas rozaron los ceros grados.
La catástrofe se produjo el jueves por la noche, cuando el techo del supermercado de derrumbó mientras centenares de personas hacían sus compras en el establecimiento, situado en el barrio residencial de Zolitude, a las afueras de Riga.
El balance de muertos por el derrumbe subió este sábado a 52, tras hallarse por la mañana otro cuerpo entre los escombros, informó a la AFP Toms Sadovskis, portavoz de la policía.