El 30 de junio una nueva caravana de migrantes partió desde San Pedro Sula rumbo a Estados Unidos pero en el camino la policía nacional de Honduras la disolvió usando retenes y otras estrategias para retener a los que pretendían viajar.
La policía montó retenes en la carretera internacional que conecta las fronteras hondureña y guatemalteca.
La caravana estaba compuesta por unos 100 integrantes incluyendo mujeres, niños, ancianos y adolescentes.
El miércoles pasado la policía detuvo a una decena de migrantes provenientes de Cuba. En el operativo, las autoridades también detuvieron a cinco hondureños, supuestos miembros de una banda dedicada al delito de tráfico de personas, según un informe del organismo de seguridad.
Los agentes de la Unidad Transnacional de Investigación Criminal de la Dirección Policial de Investigaciones decidieron hacer un seguimiento del grupo desde la región sur del país hasta Comayagua.
Los inmigrantes y los presuntos traficantes fueron interceptados en la aldea Puente La Curva a la altura del kilómetro 107 de la carretera que de Comayagua conduce a Siguatepeque, tras una
Entre los hondureños detenidos figura una mujer, de profesión médico, quien según las investigaciones utilizaba su uniforme e identificación para «despistar» a la policía al momento de trasladar a los inmigrantes, señaló la Policía Nacional.
La banda dedicada al tráfico de personas tiene «cómplices en Nicaragua y Guatemala, lo que permite realizar el traslado de ciudadanos nacionales y extranjeros hacia los Estados Unidos, por un pago de 6.000 a 7.000 dólares», enfatizó.
Los inmigrantes ingresaron a territorio hondureño por «un punto ciego» en el sur del país, donde eran esperados por los supuestos traficantes, quienes pretendían trasladarlos hasta el sector de Corinto, zona fronteriza con Guatemala.
El informe policial indica que los cinco presuntos traficantes fueron puestos a disposición judicial y serán acusados de transportar ilegalmente a diez inmigrantes de Cuba.
Las autoridades les decomisaron a los detenidos tres camionetas, cinco teléfonos móviles y 17.896 lempiras (unos 718 dólares).
Los ciudadanos extranjeros serán remitidos al Instituto Nacional de Migración para el trámite administrativo correspondiente.
Los cubanos fueron trasladados a una oficina del Instituto Nacional de Migración, donde las autoridades hondureñas decidirán si los regresan a su país de origen o les conceden un permiso para que crucen el territorio nacional.
Todos fueron retenidos porque su estatus migratorio era ilegal en el país centroamericano, que en los últimos años se ha convertido en punto de tránsito de miles de personas que atraviesan Centroamérica para intentar llegar a Estados Unidos.
Las autoridades de Honduras retuvieron en 2019 a un poco más de 31.000 inmigrantes irregulares, en su mayoría cubanos, por ingresar de manera ilegal, algunos de ellos con la intención de llegar a Estados Unidos.