Las autoridades de Honduras detuvieron este miércoles a un presunto pandillero salvadoreño durante un operativo en el departamento de Choluteca, sur del país centroamericano, fronterizo con Nicaragua.
El detenido, identificado como Everardo Almendares Grandes, tiene tres órdenes de captura en El Salvador por el delito de homicidio agravado, dijo a periodistas el portavoz de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), Mario Rivera.
El presunto pandillero, que tiene doble nacionalidad (salvadoreña y hondureña), fue capturado en el municipio de Marcovia, por agentes de las Fuerzas Armadas de Honduras y de la PMOP, añadió.
El detenido ingresó a Honduras de manera ilegal, huyendo de su país, y fue detenido gracias a «trabajos de investigación e inteligencia» de las fuerzas de seguridad, precisó el portavoz de la Policía Militar.
Honduras aumentó su vigilancia en diversos puntos fronterizos con El Salvador debido a la posible salida de pandilleros del vecino país que intentan huir del régimen de excepción instaurado en marzo de 2022 por el Gobierno del presidente Nayib Bukele.
Más de 600 efectivos de la Policía Militar refuerzan desde finales de diciembre del año pasado la seguridad en las fronteras del país para evitar el ingreso de delincuentes, principalmente pandilleros, después de que el Gobierno declarara «la guerra a la extorsión».
Los policías militares permanecerán por «tiempo indefinido» en las zonas fronterizas, donde realizarán patrullajes, retenes y puntos de control para evitar el ingreso a Honduras de estructuras criminales o pandilleros, según la PMOP.
Grupos formados por jóvenes y adultos, conocidos como «maras», dominan algunos barrios de Honduras con un «modus operandi» basado en el asesinato y la extorsión, prácticas a las que se suman la amenaza y la persecución.
Las «maras» (pandillas) más conocidas son la Salvatrucha (MS-13) y la M-18.