La Casa Blanca afirmó el jueves que la parálisis del Estado federal a comienzos de octubre provocó una pérdida de 2.000 millones de dólares en salarios pagos a funcionarios públicos que permanecieron de vacaciones forzadas.
Cientos de miles de funcionarios públicos estadounidenses salieron de vacaciones forzadas sin goce de sueldo durante los primeros 16 días de octubre debido a la falta de un acuerdo entre demócratas y republicanos sobre el presupuesto. Sin embargo, los legisladores aprobaron el pago retroactivo de los salarios de estos funcionarios.
Como resultado, hubo 6,6 millones de jornadas de trabajo no efectuadas, pero pagas, explicó el jueves la directora de la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca, Sylvia Matthews Burwell, al presentar un informe sobre las consecuencias de la parálisis.
«Estimamos que el costo total de los salarios para los empleados federales» enviados de vacaciones «asciende a cerca de 2.000 millones de dólares», sostuvo.
La Casa Blanca recordó el jueves, un día antes de la publicación de las cifras sobre empleo en Estados Unidos en octubre, que la parálisis puede haber costado entre 0,2 y 0,6 puntos en el crecimiento del cuarto trimeste, y sostuvo que se perdió la creación de hasta 120.000 empleos en el sector privado por esta razón.
Este jueves, el Departamento de Comercio difundió una estimación de un crecimiento del 2,8% del PIB en el tercer trimestre. Sin embargo, el jefe del círculo de consejeros económicos del presidente Barack Obama, Jason Furman, advirtió sobre resultados peores de los esperados para el cuarto trimestre, justamente por la parálisis presupuestal.
«Durante el tercer trimestre, la economía creció a su mayor ritmo en un año», escribió Furman en una publicación del blog de la Casa Blanca.
«Ahora tenemos una oportunidad de construir sobre este progreso aumentando la seguridad para los negocios e invirtiendo en trabajos y crecimiento, mientras evitamos los tipos de heridas auto infligidas que frenaron la economía en la primera parte del cuarto trimestre», agregó.
Se espera que Obama brinde un discurso sobre la economía el viernes en Nueva Orleans (Louisiana, sur).