El papa Francisco condenó con firmeza «la complicidad» inexplicable de la jerarquía de la Iglesia con los curas pedófilos al recibir este lunes en el Vaticano por primera vez a uno grupo de víctimas de abusos sexuales ante el cual prometió que se «rendirán cuentas» por esos crímenes.
«Desde hace tiempo siento en el corazón el profundo dolor, sufrimiento, tanto tiempo oculto, tanto tiempo disimulado con una complicidad que no, no tiene explicación», dijo en una conmovedora homilía pronunciada durante la misa celebrada en la capilla de la casa Santa Marta, a la que asistieron familiares y seis víctimas de curas pedófilos.
«Ante Dios expreso mi dolor por los pecados y crímenes graves de abusos sexuales cometidos por el clero contra ustedes y humildemente pido perdón», afirmó el papa.
El papa argentino reconoció que por décadas los líderes de la Iglesia «no han respondido adecuadamente a las denuncias de abuso presentadas por familiares y por aquellos que fueron víctimas del abuso», dijo.
«No hay lugar en la Iglesia para los que cometen estos abusos, y me comprometo a no tolerar el daño infligido a un menor por parte de nadie», subrayó el jefe de la iglesia católica.
Para el papa los autores de esos crímenes no solo han cometido «actos reprobables» sino que «han profanado la imagen misma de Dios».
Francisco pronunció su homilía en español, señal de que el papa argentino la escribió de su puño y letra, lo que ocurre en momentos especiales, en los que prefiere emplear su propio idioma.
Un traductor acompañó al papa ya que el grupo de víctimas estaba formado por dos británicos, dos alemanes y dos irlandeses, tres mujeres y tres hombres, los cuales sufrieron abusos sexuales por parte de religiosos.
Las víctimas y familiares asistieron primero a la misa matutina que el obispo de Roma suele oficiar en la capilla de su residencia, tras lo cual se reunieron en privado con el papa, con que el cada uno conversó separadamente durante una media hora.
Los nombres de las personas no fueron divulgados a la prensa.
Francisco se comprometió desde su llegada al trono de Pedro a luchar contra la pederastia y puso en marcha una comisión para la protección de la infancia de la que forma parte una víctima, la irlandesa Mary Collins.
Normas contra los abusos sexuales
A las asociaciones de víctimas de todo el mundo que piden normas específicas de cara a los miles de casos denunciados en la última década, el papa prometió medidas concretas.
«Cuento con los miembros de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores» aseguró el papa, para que «me ayuden a asegurar de que disponemos de las mejores políticas y procedimientos para la protección de menores», dijo.
«Hemos de hacer todo lo posible para asegurar que tales pecados no vuelvan a ocurrir en la Iglesia», recalcó.
Pese a esos gestos, las asociaciones de víctimas consideran que la jerarquía de la Iglesia no está haciendo todo lo posible para impedir que sacerdotes abusen sexualmente de menores en todo el mundo.
Un grupo de activistas mexicanos envió el jueves una carta al papa Francisco en la que pide «decisiones estructurales» para acabar con los curas «abusadores».
Las víctimas piden que las buenas intenciones que ha expresado el papa se «coagulen» en normas específicas, explicó en México José Barba, un ex miembro de los Legionarios de Cristo, de 75 años.
Barba fue víctima del abusador Marcial Maciel, el fallecido fundador de la poderosa congregación, protagonista del mayor escándalo de pedofilia de la institución, quien gozó durante décadas de la protección de Juan Pablo II.
Las autoridades del Vaticano informaron a principios de este año a la ONU que los fiscales de la Santa Sede han examinado 3.420 casos de abusos sexuales a menores cometidos en la última década.
Por esos casos, 848 curas fueron obligados a colgar los hábitos y a los 2.572 restantes se les obligó a «vivir una vida de rezo y penitencia» en un monasterio, un castigo que para las asociaciones de víctimas resulta insuficiente.
El dolor y los suicidios de víctimas de abusos sexuales «pesan» en la conciencia del papa, reconoció Francisco.
«Algunos han sufrido incluso la terrible tragedia del suicidio de un ser querido. Las muertes de estos hijos tan amados de Dios pesan en el corazón y en la conciencia mía y de toda la Iglesia», afirmó poco antes de reiterar su pedido de perdón por «los pecados de omisión».
El portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, explicó a la prensa que «escuchar a las víctimas ayuda a preparar el camino para sanar las heridas y alcanzar la reconciliación con Dios y con la Iglesia», dijo.
«Se trata de un camino que hay que recorrer», comentó.
Lombardi no excluye que el papa se reúna con otros grupos de víctimas, no muy grandes, de manera de poder hablar de manera amplia y profunda.