Con motivo del «Viernes de la Misericordia», el papa Francisco visitó a exprostitutas residentes en una casa de acogida católica en Roma, llamando por sorpresa a su puerta.
El argentino, que ha descrito repetidamente el tráfico humano detrás de parte de la prostitución como un «crimen contra la humanidad», se sentó con el grupo, que incluía a cuatro mujeres de Albania, siete de Nigeria y seis de Rumanía. En la casa, también residen mujeres de Italia, Túnez e Italia, según un comunicado del Vaticano.
Las huéspedes, todas en la treintena, fueron acogidas por una asociación católica, «Comunidad Juan XXIII» tras ser rescatadas de las redes de trata.
El pontífice de 79 años escuchó durante más de una hora las historias de las exesclavas sexuales, «de las cuales todas sufriendo graves abusos físicos y viven bajo protección», informó el Vaticano.
La visita se produjo en el marco de lo que Francisco denomina «Viernes de Misericordia», en los que realiza actos no programados , generalmente cerca de Roma, en este año del Jubileo, que comenzó en diciembre y continuará hasta noviembre.
En estos meses, el pontífice ha visitado un hogar para ancianos y personas en estado vegetativo, acudido a una casa de rehabilitación para toxicómanos, o viajado a Grecia para ver a los refugiados.
El papa también ha visitado a enfermos mentales, prelados ancianos y niños enfermos en Cracovia, adonde acudió con motivo de las Jornadas de la Juventud en julio.