Un pandillero de MS13 se declaró culpable este miércoles de participar en el homicidio de ocho personas en Nueva York, entre ellas dos estudiantes de secundaria que fueron brutalmente asesinadas con bates y un machete en 2016, informó el medio Fox News.
El criminal identificado como Alexi Saenz, de 29 años de edad, enfrentó los cargos de crimen organizado ante un tribunal federal en Central Islip en Long Island. El pandillero admitió su papel en otros tres intentos de asesinato, incendios provocados, delitos con armas de fuego, drogas y colaboración en otros crímenes con la pandilla MS13.
Al declarar su culpabilidad, el sujeto enfrenta una pena de entre 40 a 70 años de prisión sin la posibilidad de encarar la pena de muerte, ya que los fiscales del caso retiraron su intención de solicitar esta sentencia.
La serie de homicidios en los que se vio envuelto Sáenz entre 2016 y 2018 trajeron luto y dolor a la comunidad de Long Island.
«Es un animal. Es inhumano. Ojalá se haga justicia pronto y podamos dejar todo esto atrás, en lo que respecta a las familias», dijo el padre de una de las víctimas, Freddy Cuevas, al medio de comunicación.
Las dos adolescentes Kayla Cuevas, de 16 años, y Nisa Mickens, de 15, fueron asesinadas en un barrio residencial cerca de una escuela primaria el 13 de septiembre de 2016, un día antes del cumpleaños número 16 de Mickens. Su cadáver fue hallado en los suburbios de Brentwood, y el cuerpo golpeado de Cuevas apareció en el patio trasero de una casa cercana un día después.
El pandillero, de alias «Blasty» y «Big Homie», era el líder de una clica de la MS-13, que operaba en Brentwood y Central Islip, conocida como los Sailors Locos Salvatruchas Westside.
Las disputas surgieron cuando Cuevas y varios amigos se vieron involucrados en un altercado con miembros de la MS-13 en la escuela secundaria Brentwood. Después de ese incidente, los pandilleros prometieron vengarse de Cuevas y Saenz les dio permiso para matarlos.
Varios miembros de la MS-13 persiguieron y atacaron a las niñas blandiendo bates de béisbol y un machete, y golpeando a cada una en numerosas veces tanto en la cabeza como en el cuerpo, mientras el auto de Alexi Saenz circulaba vigilando a la policía local, según el medio estadounidense.
Después de los asesinatos, el grupo se retiró a la casa de Saenz en Central Islip, donde se cambiaron de ropa y escondieron las armas. Breon Peace, fiscal federal para el Distrito Este de Nueva York, dijo que la pandilla ahora ha sido «diezmada» en Long Island.
Las niñas y sus padres fueron homenajeados por el expresidente Trump en su discurso sobre el Estado de la Unión en 2018.