CIUDAD DE PANAMÁ, 6 enero 2014. Panamá busca este lunes con la mediación de la ministra española de Fomento, Ana Pastor, una salida negociada a la crisis que amenaza con paralizar la ampliación del Canal debido a los multimillonarios sobrecostos que reclama el consorcio encargado de las obras.
Pastor se reunirá este lunes por separado con el mandatario Ricardo Martinelli, con directivos de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y del Grupo Unidos por el Canal (GUPC), cuyo socio mayoritario es la constructora española Sacyr pero también está integrado por la firma italiana Impreglio, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana.
La meta de Pastor es mediar en el conflicto desatado entre Panamá y el consorcio constructor GUPC cuando la semana pasada amenazó con detener las ya atrasadas obras si no se les paga 1.600 millones de dólares por costos no previstos.
La ampliación del Canal de Panamá, por el que transita el 5% del comercio mundial, es para adecuarlo para el pasaje de cargueros capaces de transportar hasta 12.000 contenedores.
Actualmente la vía de 80 km admite como máximo buques con hasta 5.000 contenedores.
El canal fue inaugurado en 1914 por Estados Unidos y pasó a manos panameñas el 31 de diciembre de 1999. Las obras de ampliación llevan un avance del 70%. Inicialmente debería terminar este año pero luego la meta se trasladó a 2015.
«Todos los panameños, incluido el gobierno, tienen un rol en todo esto y la preocupación del presidente es que siga la obra. Esta es una obra internacional, para el mundo», afirmó el domingo el administrador del Canal, Jorge Quijano.
La semana pasada, el presidente Martinelli llamó a los gobiernos de España e Italia a asumir la «responsabilidad moral» del caso, «porque no puede ser que una empresa meta una cantidad enorme de sobrecostos en una ampliación que es una obra de la humanidad».
El coordinador de la directiva del consorcio, Paolo Moder, afirmó el sábado que «la obra se suspenderá» si cumplido el plazo de 21 días no se llega a un acuerdo con la ACP. Empero aclaró, sin mayor comentario, que «esto no quiere decir que no se terminará la construcción» del tercer juego de esclusas
Los trabajos, que cuestan 5.200 millones dólares -3.200 millones de éstos la construcción del tercer juego de esclusas que adelanta GUPC-, comenzaron en 2009 y estaba previsto que terminaran este año, en el que la vía interoceánica cumple 100 años.
Sin embargo, las obras llevan un retraso de nueve meses y ahora se prevé que concluyan en junio de 2015.