El uso de drogas entre los adolescentes en América está en un «alto nivel», alertó este miércoles un informe presentado por la Organización de Estados Americanos (OEA), en un escenario marcado por el crecimiento del consumo de heroína.
De acuerdo con el estudio «Informe del uso de drogas en las Américas 2015», la conclusión más importante es «el alto nivel de uso de drogas entre la población adolescente (…), con una muy baja percepción de riesgo frente al uso ocasional de estas substancias».
El documento de 217 páginas resalta que el elevado consumo de drogas entre adolescentes y la baja percepción de riesgo «estarían asociados a una alta percepción de facilidad de acceso a las drogas, como también a una importante oferta de las mismas».
En el caso específico de la marihuana, el documento afirma que el consumo entre los jóvenes de entre 13 y 17 años creció en todos los países del continente en el último año, con Chile en primer lugar. La única excepción a esa regla fue Perú.
Para la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), uno de los problemas más importantes en el caso de la marihuana es la combinación de una baja percepción de riesgo y una elevada percepción de acceso: 6 de cada 10 jóvenes entre 13 y 17 años considera que les resulta fácil conseguir marihuana en el continente.
Con relación a las drogas derivadas de la hoja de coca, el estudio dividió las estadísticas en tres variantes: el consumo de cocaína, la pasta base y el crack.
En este sentido, la CICAD señaló que si bien la cocaína «tiene un uso bastante transversal entre los países de las Américas, el uso de pasta base se ha concentrado más en Sudamérica y el crack más en Centroamérica, Norteamérica y el Caribe».
El consumo de cocaína «en estudiantes secundarios es mayor en Sudamérica que en el resto de las subregiones», apuntó el estudio.
Para la entidad, el continente debe pasar a prestar más atención al avance de la heroína, cuyo consumo «parecía estar concentrado solamente» en América del Norte.
«En el último tiempo esta realidad ha ido cambiando y en algunos países de América Latina y el Caribe se han identificado episodios de consumo y de demanda inusual de tratamiento por heroína», señaló el documento.
De acuerdo con la CICAD, se trata de «un problema en ciernes» que «requiere de un monitoreo y de un abordaje específico e integral» para prevenir su desarrollo en el futuro.