Los incendios forestales que asolan Turquía por las altas temperaturas se han cobrado la vida de ocho personas y 44 han resultado heridas, diez en estado crítico, en las provincias de Diyarbakir y Mardin, al sureste del país.
«En el incendio, 24 de nuestros ciudadanos resultaron heridos y ocho perdieron la vida», lamentan desde la administración de Diyarbakir en redes sociales.
El ministro del Interior turco, Ali Yerlikaya, elevó este viernes las cifras de heridos en ambos distritos a 44, y asegura que se han iniciado las labores de enfriamiento del terreno tras controlar el fuego.
El incendio de Diyarkabir se inició en el barrio de Koksalan a las 22:15 hora local del jueves, propagándose rápidamente hacia Mardin por los fuertes vientos, detalló Yerlikaya en redes sociales.
Diyarbakir y Mardin alcanzaron esta semana los 45 grados y se espera que hoy las temperaturas ronden los 41, unas cifras que se mantienen entre 5 y 10 grados más elevadas de lo normal en esta época, según la Dirección General de Meteorología turca.
Ante el calor y los fuertes vientos, el país sigue registrando nuevos fuegos.
En el distrito de Salihli, en la provincia de Manisa, se declaró hoy a las 11.30 hora local un incendio forestal al que se han desplazado cuatro aviones, tres helicópteros y vehículos terrestres.
También en Çanakkale, al oeste del país, se declaró uno la pasada noche en el distrito de Ayvacik.
El gobernador de Çanakkale, Ilhami Aktas, ha informado de la evacuación de un pueblo de 30 hogares ante el riesgo que suponen el viento y el calor para las llamas.
En Esmirna, en la costa del Egeo, otro incendio tuvo lugar este jueves noche, aunque fue controlado antes de alcanzar las zonas residenciales.
Otros registros llegaron cerca del aeropuerto de Siirt, en Anatolia Oriental, y en la provincia de Elazig, donde se destinaron 100 efectivos y hoy continúan con tareas de enfriamiento.