Un obispo de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días Días de Argentina decidió romper el secreto de confesión y denunciar que una adolescente de 13 años estaba siendo abusada sexualmente.
El caso se remonta a seis años atrás, cuando el hombre confesó al religioso haber abusado sexualmente dos veces de la niña, por lo que el religioso decidió contárselo a la madre, también feligresa de su iglesia.
Luego, la menor le relató a su madre cómo fueron los hechos y la mujer hizo la denuncia en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, lo que derivó en la causa penal en la que se ordenó la detención del acusado, quien se fugó a Paraguay donde está detenido a la espera del proceso de extradición al país.
Un tribunal penal de ese país avaló que el obispo de la iglesia mormona haya violado el secreto de confesión para denunciar el abuso. Para los jueces, el religioso actuó con causa justa ya que la menor estaba en riesgo de nuevos ataques porque convivía con el imputado.