El presidente Barack Obama advirtió este jueves que no permitirá que los republicanos acaben o pospongan su reforma de la salud, en una fuerte apuesta del mandatario en medio de una pulseada por el presupuesto con la oposición en el Congreso.
«Algunos han amenazado con un ‘cierre’ (de servicios) del gobierno si no pueden acabar con esta ley», dijo Obama en un centro de formación para jóvenes en los suburbios de Washington.
«Otros amenazaron con (…) rechazar el pago de las cuentas de EEUU si no pueden retrasar la ley», añadió.
«Eso no va a ocurrir en tanto yo sea presidente. La Ley de Cuidados Médicos a Bajo Costo está aquí para quedarse», remató.
La Cámara de Representantes, controlada por la oposición republicana, rechaza ampliar el prespuesto o subir de 16,7 billones de dólares el límite de endeudamiento federal, a menos que el presidente acepte recortar gastos o retrasar la reforma conocida como «Obamacare», aprobada en 2010.
Esa reforma permite a los estadounidenses que no tienen seguro médico obtenerlo, ya que obliga por ley a contratar un seguro y subsidia a quienes no puedan costearlo.
Si gobierno y oposición no alcanzan un acuerdo, el Ejecutivo se verá forzado a enviar a casa de vacaciones forzadas a cientos de miles de empleados públicos de servicios considerados no esenciales. Además, podría ocurrir un default de pagos por primera vez en la historia de EEUU luego de mediados de octubre.
El techo de la deuda se alcanzó en mayo, y a partir de ese momento el Tesoro tomó medidas extraordinarias para evitar un cese de pagos, que «se agotarán el 17 de octubre», advirtió el miércoles el secretario del Tesoro, Jacob Lew.
El viernes, la Cámara de Representantes -controlada por la oposición republicana- adoptó un proyecto de presupuesto temporario para financiar al Estado hasta el 15 de diciembre, pero suprimió dinero para la reforma del sistema de salud.
El Senado, controlado a su vez por el oficialismo demócrata, deberá adoptar su propia versión del presupuesto temporal y tiene cuatro votaciones agendadas para el viernes. Este texto contempla dinero para financiar la reforma sanitaria y limita el presupuesto temporal al 15 de noviembre en lugar del 15 de diciembre.
El texto modificado deberá volver a la Cámara Baja, donde las posibilidades de éxito son inciertas.
El presidente de la Cámara, John Boehner, se reunió con sus correligionarios este jueves y sugirió que el cuerpo que dirige no aprobará el proyecto del Senado.
«No creo que eso ocurra», dijo Boehner a reporteros. El legislador también reiteró que quiere vincular «importantes recortes de gastos y reformas para (fomentar) el crecimiento a un aumento del límite de endeudamiento».
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo el jueves que una resolución «rápida» del conflicto que opone a la Casa Blanca y el Legislativo, en particular sobre el tope de endeudamiento, es «importante» para la reactivación de la economía mundial.
«Es impotante para que continúe la reactivación de la economía de EEUU y también para la economía mundial», indicó Gerry Rice, portavoz del FMI.
«Como ya dijimos, esperamos que haya una resolución rápida de las discusiones presupuestales en curso y de las que se desarrollan en relación al tope de endeudamiento», dijo Rice durante una conferencia de prensa en Washington.
Una situación similar que puso a EEUU al borde del default en 2011 llevó a la agencia calificadora Standard & Poor’s a retirarle al país su nota «triple A», la máxima en su escala.
Por otra parte, el Departamento de Comercio confirmó este jueves que la economía de EEUU creció un 2,5% en el segundo trimestre en proyección anual.
Los analistas esperaban una ligera revisión al alza del crecimiento del PIB, a 2,6%.