El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo este viernes estar profundamente preocupado por informes sobre actividades de militares rusos en Ucrania y advirtió que cualquier violación de la soberanía de ese país tendría «costos» para los infractores.
«Estamos actualmente profundamente preocupados por informes sobre movimientos militares adoptados por la Federación Rusa dentro de Ucrania», dijo Obama a la prensa en la Casa Blanca.
Washington «se coloca junto a la comunidad internacional al afirmar que habrá costos de existir cualquier intervención militar en Ucrania», señaló el mandatario estadounidense.
Un alto funcionario norteamericano, que habló a condición de anonimato, dijo a la AFP este viernes que parte de esos «costos» podrían ser que Obama no viaje a Sochi, en Rusia, para la cumbre del G8 en junio, en caso de que las tropas rusas estén realmente desplegadas en Ucrania.
Obama no dijo si Washington poseía información de inteligencia sobre la veracidad de las declaraciones del presidente interino de Ucrania, Olexandre Turchinov, quien, al denunciar una «agresión» de Moscú afirmó que 2.000 soldados rusos habían sido aerotransportados hacia Simferopol, capital de la república autónoma de Crimea.
Pero un funcionario estadounidense de defensa, que solicitó el anonimato, precisó a la AFP que «parece que (los rusos sí) han movilizado a varios cientos de soldados hacia ahí (Crimea)».
Estos comentarios representan la primera confirmación del gobierno de Obama de que los rusos lanzaron una incursión en Crimea.
Otro funcionario de defensa dijo no obstante que Washington estaba enfocado en la diplomacia y no había serias consideraciones de una acción militar estadounidense.
El tema «se encuentra en el ámbito de la democracia», subrayó el funcionario, también bajo anonimato.
Samantha Power, la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, dijo a su vez este viernes que su país es favorable al envío de una «misión internacional de mediación» a Crimea.
La misión tendrá el objetivo de «comenzar a reducir la tensión y facilitar un diálogo político pacífico y productivo entre todas las partes ucranianas», señaló al término de una reunión del Consejo de Seguridad. Deberá ser «independiente y creíble» y estar «al servicio de la integridad territorial de Ucrania», agregó.
El embajador ruso ante Naciones Unidas, Vitali Churkin, respondió de inmediato que Moscú tenía «como principio no aceptar las mediaciones impuestas».
Interrogada acerca de la composición de esta eventual misión, Power evocó a la Organización por la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y al emisario del secretario general de la ONU Ban Ki-moon, Robert Serry, quien se encuentra actualmente en Kiev.
En su declaración a la prensa, Obama reconoció los intereses y los lazos económicos y culturales de Rusia con Ucrania, donde fue desalojado del poder el gobierno afecto a Moscú, y que también existe una base militar rusa en la península de Crimea. Aseguró también que su gobierno estaba en contacto con Moscú.
Pero advirtió que cualquier violación de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania sería «profundamente desestabilizadora».
El presidente estadounidense agregó que una intervención militar rusa en Ucrania, una semana después de la destitución del presidente Viktor Yanukovich por el parlamento, «representaría una interferencia en los asuntos que deben ser determinados por los propios ucranianos».
Considerando que «la situación sigue siendo muy volátil», Obama reveló que el vicepresidente Joe Biden acababa de hablar con el nuevo primer ministro ucraniano Arseni Iatseniuk para asegurarle que «en este difícil momento, Estados Unidos respalda sus esfuerzos y la soberanía, la integridad territorial y el futuro democrático de Ucrania».