Las sanciones políticas y económicas no disuadieron a Rusia de incorporar a Crimea, pero ahora las mujeres ucranianas se movilizan por un nuevo tipo de embargo: no practicarán más sexo con hombres rusos.
«No se lo dé a un ruso», es el nombre de la campaña que busca enfrentar los apetitos rusos por el territorio ucraniano y llama la atención por sus acciones en Crimea.
La campaña fue lanzada en Facebook luego de que Rusia incorporó a Crimea de manera oficial a su territorio, ignorando las protestas internacionales y generando temores de futuras intervenciones en partes rusófonas del país.
«Usted necesita enfrentar al enemigo de la mejor manera posible», sugieren los organizadores a las mujeres patriotas en su sitio web.
«Tratamos de hacer esto de manera provocadora porque atrae la atención», dije Irena Karpa, escritora ucraniana, bloguera y música.
«El más profundo sentido de la campaña es no regalar la dignidad, la libertad, la patria. Se refiere más a las políticas del presidente Vladimir Putin, no es racista», añadió a la AFP, luego de reconocer que personas de origen ruso participaron en la revuelta contra el presidente prorruso Viktor Yanukovich en febrero.
La campaña fue iniciada por un grupo de «meritorias» mujeres, que incluye a empresarias, periodistas y escritoras, dijo Karpa.
Agregó que la frase «No se lo dé a un ruso» es una versión moderna de un verso del popular poeta ucraniano Taras Shevchenko: «Enamórense, doncellas de oscuras cejas, pero no de un ruso».
El grupo en Facebook ya ha cosechado más de 2500 «me gusta» y ha sido retomado por populares periódicos locales.
Las activistas ucranianas siguen el ejemplo de mujeres de Liberia, Kenia, Togo, Colombia y otros países que en el pasado realizaron huelgas de sexo para alejar a los hombres de la guerra.
La tradición se origina en Lisístrata, una pieza teatral del griego Aristófanes, donde las mujeres rechazan acostarse con sus hombres hasta que no termine la guerra del Peloponeso.