California aborda la recuperación de los estragos de la tormenta que el martes azotó a este estado y que dejó cinco muertos y varios heridos, además de más de 100,000 usuarios que hasta esta mañana estaban sin electricidad y miles todavía permanecían bajo órdenes de evacuación.
Los efectos de las fuertes lluvias y vientos, que se registran todavía este miércoles en partes aisladas del estado, quedaron reflejados en las imágenes que recogen medios locales, que muestran árboles caídos e inundaciones.
La potencia de la tormenta que llegó desde el Pacífico sorprendió incluso al Servicio Meteorológico Nacional (NWS, en inglés), que este miércoles señaló que “incluso para los estándares de lo que resultó ser una de nuestras temporadas de invierno más excepcionales en mucho tiempo, la tormenta del martes se destaca”.
La tormenta, que ha dejado sentir sus efectos hasta el sur del estado, concentró la mayor parte de su intensidad en el área de la Bahía de San Francisco, en el norte, donde el viento derribó árboles y líneas eléctricas.
El periódico Los Angeles Times difundió una lista de las víctimas mortales reportadas por diferentes entidades locales o por el Departamento de Carreteras de California (CHP, en inglés), entre las que se incluye a un hombre que conducía un camión y pereció cuando un árbol cayó sobre el vehículo.
De igual manera, una persona falleció y otra resultó herida cuando un árbol cayó sobre su automóvil en Walnut Creek, y en Oakland un hombre fue declarado muerto el martes por la noche después de que un árbol cayera sobre la tienda de campaña en la que se encontraba cerca del lago Merritt.
Dos personas también murieron tras ser llevadas a un hospital en San Francisco para recibir tratamiento por las lesiones sufridas en incidentes separados relacionados con la tormenta, reportó el rotativo.
La tormenta propició que un tren de Amtrak que transportaba a 55 pasajeros chocara contra un árbol caído y descarrilara cerca del pueblo de Porta Costa, en el este de la Bahía., aunque nadie resultó herido de gravedad.
Al menos 760 casas y estructuras resultaron dañadas en el condado de Tulare, al norte del estado, donde miles se vieron forzados a evacuar y no han podido regresar a sus casas. La misma situación la enfrentan las comunidades que viven al lado del río Pájaro, de mayoría latina, que se inundaron desde hace al menos tres semanas.
El Estado Dorado ha enfrentado este 2023 más de una decena de lluvias y tormentas que han obligado al gobernador Gavin Newsom a proclamar el estado de emergencia en 43 de los 58 condados del estado.
El gobernador demócrata dijo en un comunicado que “el estado está trabajando en estrecha colaboración con socios federales y locales para brindar alivio inmediato y apoyar la recuperación en curso”.