El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se refirió este jueves a la condena a cadena perpetua al narcotraficante Joaquín «el Chapo» Guzmán afirmando que él no le desea «mal a nadie» y que todos los mexicanos deberían tener «posibilidades» de prosperar sin «incurrir en actos ilícitos».
«Lamento mucho que se den estos casos. Yo no quiero que nadie esté en la cárcel, o en un hospital. Que nadie sufra», dijo el mandatario desde el Palacio Nacional.
Cuestionado sobre su opinión acerca de la condena al temido exlíder del cártel de Sinaloa este miércoles en una corte de Nueva York, el mandatario se definió como «un idealista» que cree «en el amor, la fraternidad y la felicidad».
«No le deseo mal a nadie, no me gusta hacer leña del árbol caído. Y esto es, por cierto, un principio bíblico», apuntó el líder del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Deseó que los mexicanos tengan «posibilidades» para prosperar y no deban «incurrir en actos ilícitos» ni vivir al margen de la ley.
De esta manera, se podrá evitar acabar como Guzmán, en una «cárcel de por vida, una cárcel hostil, dura e inhumana».
«Sí conmueve» su condena, continuó el mandatario.
No obstante, también dijo tener «presente a muchas víctimas» porque los estragos del narcotráfico son algo «muy doloroso».
Por todo ello, desde el Ejecutivo buscarán «construir una sociedad mejor, más humana, fraterna, solidaria, pacífica, no violenta y sostenida en valores».
Preguntado por si aumentará la violencia a raíz de la condena del Chapo, el gobernante afirmó que no porque está «convencido» de que «poco a poco» van «a ir bajando la incidencia delictiva».
Este 17 de julio, el juez federal de EE.UU. Brian Cogan condenó al Chapo a cadena perpetua por narcotráfico, así como a otros 30 años de cárcel por el uso de armas de fuego y otros 240 meses por blanqueo de dinero.
Además, deberá pagar 12.600 millones de dólares en compensación por traficar miles de toneladas de droga hacia Estados Unidos.
El crimen organizado es responsable de la ola de violencia que vive México, país que cerró 2018 con 33.369 homicidios dolosos, la cifra más alta en dos décadas.
Las cifras oficiales mensuales de los primeros meses de 2019 reflejan que la inseguridad y el número de asesinatos han continuado creciendo.