Tres días han transcurrido desde la masacre en en la escuela primaria Robb Elementary School, ubicada en Uvalde, Texas, y escenas y detalles de esa sangrienta mañana siguen saliendo a la luz.
En esta ocasión, gracias a una publicación del medio El Heraldo de México, el cual informó cómo Miah Cerillo, una niña de tan solo 11 años, logró ser parte de los sobrevivientes de la matanza del martes 24 de mayo al entrar en “modo supervivencia”, como lo describe la tía de la menor.
Blanca Rivera, la familiar de Miah explicó que la menor vio a una de sus amigas llena de sangre, por lo que se le ocurrió cubrirse con esa misma sangre y así hacerle creer a Salvador Ramos, el atacante de 18 años de edad, que ella también había muerto. Se colocó encima de la otra niña, ya sin vida y pudo sobrevivir.
“Mi cuñada dijo que (Miah) vio a su amiga llena de sangre y ella se puso sangre encima» dijo Rivera.
Luego del ataque, la niña fue trasladada a un hospital en donde fue dada de alta la misma noche.
Según publicó el medio, Miah solo tenía fragmentos de bala en la espalda, no obstante, el tiroteo le dejó secuelas emocionales.
Alrededor de la medianoche la mamá de Miah le habló a Blanca para informarle que su niña había tenido un golpe de realidad de lo que había ocurrido la mañana del martes 24 de mayo y que comenzó a llorar mientras presentaba un cuadro de pánico.
Por el trauma la niña no pudo dormir esa noche y estuvo en estado de alerta, además le pidió a su papá que armara ya que ella le aseguraba que Salvador iba a ir por ellos”.
Miguel Cerillo, padre de Miah, relató que la mañana de la masacre él se trasladó de inmediato a la institución en cuanto supo había un tiroteo activo, fue cuando vio a su hija llena de sangre salir junto a un policía.
“La menor le dijo a su padre que vio cómo el atacante le disparó a la profesora Eva Mireles mientras sostenía su teléfono, fue el mismo celular que usó la niña momentos después para comunicarse con el 911”, detalló el medio.