Una mujer llamada Emily Schmit, de 30 años de edad, se llevó el susto de su vida cuando se percató que su pequeña hija de dos compartió por accidente una fotografía a sus compañeros de trabajo donde aparecía desnuda.
La mujer salió a bañarse y le confió el teléfono celular a la niña para que se quedara jugando mientras ella se secaba el cabello. Solo transcurrieron unos minutos y al volver a agarrar el teléfono empezó a recibir mensajes. En ese momento se dio cuenta del desastre que había hecho su hija.
Mientras Emily todavía no se había cambiado, su hija estaba tomando fotos de su cuerpo desnudo y enviándolas a varios de sus amigos en Snapchat. Una vez que recupero su celular encontró un mensaje que la sorprendió.
«Gracias por el desnudo», decía el texto de una compañera de trabajo que, gracias a la pequeña, acababa de verla como Dios la trajo al mundo.
Al menos un total de 15 personas, donde estaban incluidos antiguos amigos de la universidad, compañeros de trabajo y clientes habían recibido las instantáneas que fueron enviadas por su hija de 2 años.
La mujer nerviosa por lo que había ocurrido, envió una disculpa a sus contactos. Algunos le dijeron que efectivamente la habían visto desnuda.
«Estaba mortificada. Literalmente creo que morí por un minuto y luego volví a la vida para poder contarle a la gente lo que sucedió», explicó la mujer de Ohio, Estados Unidos.
«Mis padres son dueños de una inmobiliaria para la que trabajo. Así que para empeorar aún más las cosas, cuando entré al día siguiente y mi padre me vio, dijo: «Oh, mira, aquí viene la estrella porno de la empresa», relató la mujer.
Emily tras haber pasado por este momento vergonzoso estuvo a punto de renunciar a su trabajo, pero luego recapacitó y se lo tomó con humor, aunque señala que una de sus amigas la alertó por teléfono para advertirle sobre lo que podría ocurrir si sus fotos comenzaban a circular en redes sociales.
«Emily, no sé cómo explicarte esto. No iba a decir nada porque pensé que era una foto que te sacaste vos y me la mandaste por error. Simplemente iba a ignorarlo pero creo que uno de tus hijos tuvo su teléfono esta mañana», le dijo su amiga Ashley.
“Afortunadamente, fue en Snapchat, así que tenemos que encontrar los aspectos positivos. No se guardó y nadie compartió la foto ni la capturó. Por suerte se fue para siempre. Eso es un pequeño consuelo después de que todos vieran mi trasero por la mañana», dijo la mujer.