Vestidas de blanco, con flores y carteles que denuncian la represión, las opositoras encabezadas por varias diputadas intentaban llegar al ministerio de Interior y Justicia en el centro de Caracas.
Sin embargo, un cordón militar, respaldado por policías, impedía el avance de la marcha sin que hasta ahora se hayan presentado incidentes.
«En las Fuerzas Armadas y la Policía hay muchos que se preguntaban si hoy le disparan a sus esposas, hijas y madres. Espero nos dejen llegar al Ministerio. Si no nos reprimen, el mensaje es muy poderoso, creo que en el gobierno subestimaron esta movilización», dijo la diputada Gaby Arellano a la AFP.
Manifestaciones similares fueron convocadas en otras ciudades. En San Cristóbal (oeste), miles acogieron el llamado.
Las protestas contra Maduro, que exigen elecciones generales como solución a la grave crisis política y económica, dejan 36 muertos y centenares de heridos y detenidos, según la Fiscalía.
«Que la última muerte sea de la dictadura», se leía en una de las pancartas de las opositoras, entre quienes marchaba una joven con el torso desnudo y el rostro envuelto con la bandera venezolana. También estaba Lilian Tintori, esposa del encarcelado Leopoldo López.
«Justicia para terroristas»
En tanto, miles de mujeres simpatizantes del gobierno marchaban hasta la Defensoría del Pueblo, en el centro de la capital, adonde las protestas opositoras no han podido llegar.
Allí entregarán un documento en rechazo a lo que denuncian como la «violencia terrorista» de la oposición.
«Estamos defendiendo a Nicolás y a la revolución», dijo a periodistas Zulei Romero en medio de una multitud vestida de rojo, el color que identifica al chavismo.
Como suele ocurrir cuando la oposición intenta llegar al corazón de la ciudad, este sábado varias estaciones del metro fueron cerradas y había fuerte presencia de militares y policías en vías estratégicas.
Maduro descarta de plano unas elecciones generales. En su lugar, entregó el miércoles último al poder electoral un decreto de convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente «popular» para reformar la Carta Magna.
«Queremos una Constitución, pero con justicia para estos terroristas», afirmó Romero.
La mitad de los 500 asambleístas serán elegidos por sectores que la oposición afirma están controlados por el gobierno y la otra mitad por votación municipal.
Según el líder opositor Henrique Capriles, con su propuesta de Constituyente Maduro sólo busca evitar elecciones.
El año pasado debieron realizarse las de gobernadores, pero fueron postergadas por el poder electoral -al que la oposición acusa de servir al gobierno- y aún no tienen fecha. Este año corresponden los comicios de alcaldes y en 2018 los presidenciales.
La Constituyente «no termina siendo una elección democrática, universal, directa y secreta», expresó Capriles a la AFP.
Maduro, a su vez, sostiene que la Constituyente permitirá «reconciliar» al país y frenar los planes de la oposición de derrocarlo y propiciar una intervención de Estados Unidos para apropiarse de la mayor reserva petrolera del mundo.
Elías Jaua, presidente de la Comisión Presidencial Constituyente, citó a la oposición para presentarle la propuesta el lunes en el palacio presidencial de Miraflores.
«No nos vamos a dar con la misma piedra con sus convocatorias para que nada cambie», declaró Capriles.
Presión internacional
Embajadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) afirmaron a la AFP en Washington que se mantienen los planes de una reunión de cancilleres para discutir la crisis de Venezuela, a pesar de la decisión de Maduro de abandonar el bloque.
Julio Borges, presidente del Parlamento de mayoría opositora, se reunió el jueves con el secretario general de la OEA, Luis Almagro -duro crítico de Maduro-, y con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, a quien, según dijo, le planteó «la grave situación que se vive en Venezuela por la ruptura del hilo constitucional y la violación de derechos humanos».
«Show de Almagro y Borges solo pretende abonar el camino en su plan de intervención de Venezuela», reaccionó la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, en Twiter.