Roxana Valdés «recordó series de corte policial que veía. Tomó un cuchillo tipo serrucho con el que cortaba zapallo (calabaza), y procedió a amputarle las extremidades y la cabeza», explicó a El Mercurio el capitán de Carabineros, Francisco Cabrera.
«Los introdujo en una olla (los pedazos descuartizados) y los hirvió por bastante tiempo», agregó Cabrera, ante quien Valdés confesó su crimen.
Según el mayor de Carabineros Pedro Díaz, la mujer hirvió los restos de su pareja «porque había visto en películas policiales que de esta forma no derramarían tanta sangre».
«Pensé en deshacerme de él (el cuerpo) pero no me lo podía, subí al auto todos los restos, que iban dentro de unas bolsas. Se me ocurrió ir a enterrarlos (…) pero no tuve valor y me devolví», dijo Valdés en su declaración, según citó La Tercera.
Valdés, de 39 años, disparó antes con un arma de fuego a su pareja Carlos Ramírez (43), a quien acusó de haberle sustraído el dinero en medio de una discusión en su hogar.
Según la fiscal Mónica Barrientos, «existía una denuncia previa en 2012 por violencia intrafamiliar».
La mujer fue formalizada por el juzgado de Molina, unos 200 km al sur de Santiago, acusada de parricidio, y quedó en prisión preventiva.