El Salvador
lunes 25 de noviembre de 2024

Mujer clava crucifijo en la cabeza de un santo en Nicaragua

por Redacción


Una feligrés presente en el templo, al ver lo sucedido, trató de detener a la mujer, pero no logró alcanzarla

Una desconocida clavó este lunes un crucifijo en la cabeza de una imagen de San Diego de Alcalá en un templo situado en la paradisíaca Isla de Ometepe, situada en el Gran Lago Cocibolca de Nicaragua, denunció la Iglesia Católica.

El hecho ocurrió a las 13.00 horas (19.00 GMT), cuando una mujer ingresó al templo parroquial de San Diego de Alcalá, en el municipio de Altagracia, en la Isla de Ometepe, se acercó a la venerada imagen y con actitud de enojo y gritos tomó el Cristo que la imagen porta en su mano derecha y la clavó en la cabeza de la estatua, según el relato de la diócesis de Granada y Rivas (sureste).

Una feligrés presente en el templo, al ver lo sucedido, trató de detener a la mujer, pero no logró alcanzarla y huyó, de acuerdo con la información.

Inmediatamente el párroco José Ramón Gómez llegó al templo y dio aviso de lo ocurrido al obispo de la diócesis de Granada y Rivas, Jorge Solórzano.

La fuente explicó que la imagen del santo estaba expuesta este lunes al publico por celebrarse en esa ciudad las denominadas «fiestas chiquitas» del pueblo.

«Condenamos este acto de irrespeto hacia nuestras imágenes y templos, y pedimos a todos nuestros fieles mantenernos en constante oración y vigilancia ante situaciones como éstas», abogó la diócesis de Granada y Rivas.

La ONG Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) asegura que la Iglesia Católica en Nicaragua ha sufrido 24 ataques en los últimos 20 meses, incluyendo el incendio que el viernes pasado calcinó una histórica imagen de la Sangre de Cristo en la Catedral de Managua.

La denuncia del Cenidh, que responsabiliza al Gobierno, incluye el caso de una rusa que roció con ácido la cara de un sacerdote, el encierro de nueve días que aplicó la Policía a un padre en su parroquia tras cortar los servicios de agua y luz, la retención de un grupo de mujeres en la Catedral de Managua y la destrucción o robo de imágenes.

La relación entre el Gobierno que preside Daniel Ortega, y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, con la Iglesia Católica, ha sido de desencuentros, desde el 10 de enero de 2007, cuando los sandinistas retornaron al poder.