El independiente Observatorio Ciudadano COVID-19 informó este viernes que en Nicaragua han muerto al menos 805 personas con síntomas relacionados con el coronavirus SARS-CoV-2, una cantidad superior a los 686 reportados por toda Centroamérica, incluidos los datos oficiales del Ministerio de Salud nicaragüense.
De acuerdo con el Observatorio, que goza de mayor prestigio que las autoridades, solamente en Managua han fallecido 400 personas con signos de la enfermedad del COVID-19, desde que la pandemia fue anunciada en Nicaragua, en marzo pasado, hasta el miércoles 27 de mayo.
Entre las personas fallecidas en el marco de la pandemia se encuentran 28 integrantes del personal sanitario, entre ellos ocho miembros del personal de enfermería, 7 médicos, y 6 del área administrativa, 2 visitadores médicos, 1 laboratorista, y 4 clasificados como “otros”, según el informe.
En los últimos siete días la cantidad de muertes se elevó en un 70 % con respecto a la misma cantidad de días anteriores, destacó el reporte del Observatorio Ciudadano.
Los datos del informe independiente muestran una realidad diferente a la que admite el Gobierno del presidente Daniel Ortega, que reconoce 35 muertos a causa del COVID-19.
El mismo informe señaló que, hasta hace dos días, unas 3.725 personas de toda Nicaragua habían sufrido síntomas del COVID-19, lo que demostró un incremento del 60 % de los casos entre el 20 y e 27 del presente mes.
MANEJO «SINGULAR»
El dato de infectados con el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad del COVID-19, incluye a 348 trabajadores de la salud, según el reporte independiente.
Las cifras del Observatorio Ciudadano COVID-19 sobre personas contagiadas son superiores al total de 759 afectados por la pandemia que reconoce el Gobierno nicaragüense.
El Observatorio atribuyó parte de las razones del incremento de casos y muertes por COVID-19 a por lo menos 105 irregularidades, entre respuestas inadecuadas del Ministerio de Salud, y exposiciones de personas en actividades o aglomeraciones.
La forma en que Ortega ha manejado la pandemia, que su mismo Gobierno califica de “singular”, ha sido criticada, ya que se niega a establecer restricciones, no toma medidas de prevención social, y promueve aglomeraciones, a las que asisten únicamente los sandinistas, quienes luego son enviados a realizar casa por casa.
Ortega, quien minimiza la pandemia, sostiene que debe cuidar que la economía del país no sea afectada.
La Organización de los Estados Americanos (OEA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han mostrado su preocupación por la situación en Nicaragua.
La oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), han llamado a Ortega a garantizar el derecho a la salud, sin éxito