Las muertes causadas por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 en Nicaragua crecieron un 16,4 % en los últimos siete días, al pasar de 55 a 64, y la cantidad de casos se elevó en un 24,5 %, informó este martes el Ministerio de Salud (Minsa).
Según el informe semanal de Minsa, nueve personas murieron tras presentar síntomas de COVID-19 desde el pasado día 9 hasta este martes, para totalizar 64 víctimas mortales a causa de la pandemia.
El Ministerio de Salud también señaló que en esta semana se detectaron 359 casos nuevos de COVID-19, con lo cual, el total de contagios confirmados pasó de 1.464 a 1.823, desde que Nicaragua fue alcanzada por la pandemia a mediados de marzo pasado.
La ministra de Salud, Martha Reyes, afirmó que, además de los nueve muertos señalados al inicio, «se presentaron otros fallecimientos en personas que han estado en seguimiento», y que sufrían enfermedades crónicas, sin embargo, no especificó el nivel de influencia del COVID-19 en sus decesos.
Reyes agregó que 1.661 personas han estado bajo «seguimiento responsable y cuidadoso», pero tampoco explicó la relación de estas personas con la pandemia, ni por qué fueron tomadas en cuenta para el informe oficial sobre el nuevo coronavirus.
Los datos del Gobierno nicaragüense contrastan con los del independiente Observatorio Ciudadano COVID-19, una red de médicos y voluntarios que da seguimiento a los casos que no son reconocidos por las autoridades.
De acuerdo con el observatorio, en Nicaragua hay 1.289 fallecidos y 4.971 casos sospechosos de COVID-19.
El Ejecutivo nicaragüense ha sido criticado desde diversos sectores por promover eventos masivos y aglomeraciones a contracorriente de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por no establecer restricciones ni haber suspendido las clases en medio de la pandemia.
El presidente del país, Daniel Ortega, se ha declarado en contra de la campaña «Quédate en casa» porque, a su juicio, destruiría la economía local, que se ha contraído los dos últimos años y que es mayoritariamente informal.
La estrategia nicaragüense ha despertado preocupación en la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La posición del Gobierno ha llevado a que una parte de la población nicaragüense y empresas apliquen sus propias medidas de prevención, para evitar el contagio de COVID-19.