El ministro de Salud de Paraguay, Antonio Barrios, se declaró el lunes en contra de una campaña pública que busca presionar a las autoridades para que autoricen el aborto de una niña de 10 años con 23 semanas de gestación, violada por su padrastro.
«Si se debía abortar, tuvo que ser antes de la semana 20. El embarazo no será interrumpido», dijo Barrios, un médico pediatra, en declaraciones a periodistas.
La niña, que se encuentra bajo custodia del hospital de la Cruz Roja de Asunción, fue violada por la pareja de su madre, que vivía con ella y la pequeña.
«Lo del aborto ya lo hemos explicado y descartado por completo. El ministro de Salud está en total desacuerdo», insistió el funcionario.
La campaña pública fue lanzada por la representación local de Amnistía Internacional (AI) bajo el nombre «#NiñaEnPeligro», para advertir que no se puede obligar a la menor a concebir.
La ONG argumentó que para la Organización de Naciones Unidas (ONU), este caso se circunscribe en «tortura y otros malos tratos», como lo establece la Convención contra la Tortura de la entidad multilateral.
La Constitución paraguaya prohíbe el aborto desde la concepción, en cualquier caso, salvo que el embarazo ponga en peligro la vida de la madre.
«El diagnóstico de embarazo de esta niña llegó a nuestras manos a las 21 semanas. Si supuestamente se debería hacer un aborto, se debería haberlo hecho antes de las 20 semanas. Ahora estamos ya en 23 semanas de embarazo», explicó.
Aníbal Peris, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Paraguay, dijo que la niña puede tener un alumbramiento normal.
Peris, que también dirige el Hospital de Clínicas, «el hospital de los pobres» como también lo llaman, reveló que en 2014 en el nosocomio atendieron a 14 embarazadas cuyas edades oscilaron entre 9 y 15 años.
«Todas salieron bien», enfatizó y estimó que la niña dará finalmente a luz por cesárea para evitar complicaciones.
El polémico caso se ventiló el pasado 21 de abril cuando estudios realizados en un hospital materno-infantil de Asunción diagnosticaron que la niña -que ingresó por un supuesto tumor en el vientre- estaba encinta.
La madre fue detenida por haber proporcionado datos falsos de su pareja, que se dio a la fuga. La mujer está acusada de faltar al deber del cuidado y obstrucción a la justicia.
Autoridades del hospital de la Cruz Roja, especializado en nacimientos, informaron que la menor -que este mes de mayo cumplirá 11 años- sigue una dieta especial en base a hierro, calcio y vitaminas y que recibe la ayuda de psicólogos y siquiatras.