Alrededor de 10.000 ultranacionalistas rusos marcharon el lunes en Moscú en una protesta contra la presencia de inmigrantes de ex repúblicas soviéticas en el país, que concluyó con el arresto de decenas de personas.
Las autoridades moscovitas indicaron haber arrestado a cerca de 30 jóvenes que hicieron el saludo nazi y rompieron ventanas de automóviles.
«¿Por qué hay extranjeros en nuestras ciudades? Esta es nuestra casa», dijo una joven manifestante.
El jefe de fila del movimientos «Los Rusos», el ultranacionalista Dmitri Demuchkin, figuraba entre los manifestantes que exhibían banderolas en las que se podía leer «Hoy una mezquita, mañana el yihad».
Los manifestantes reclamaban la introducción de medidas destinadas a limitar la llegada en Rusia de inmigrantes de exrepúblicas soviéticas del Cáucaso y de Asia Central.
Analistas y críticos del Kremlin acusan al presidente ruso Vladimir Putin de promover el nacionalismo en Rusia con el objetivo de consolidar su autoridad.
Esta manifestación se desarrolló en un contexto de tensión, apenas tres semanas después de que estallaran violentas manifestaciones anti-inmigración tras la muerte de un joven ruso asesinado por un azerbaiyano en Biriulevo, un barrio del sur de la capital.