Unas 30,000 familias han resultado damnificadas por la crecida extraordinaria de los ríos Paraguay y Paraná que ha provocado evacuaciones en Asunción, informaron el martes distintas secretarías de Gobierno.
El presidente paraguayo, Horacio Cartes, ordenó dar absoluta prioridad al socorro de unas 30.000 familias, unas 150,000 personas, dijo al visitar un campamento de 1,000 familias damnificadas reubicadas temporalmente en un predio militar de Asunción.
«Hemos asistido a 10,000 familias en la capital hasta el momento y nuestra proyección es de 5 a 7,000 familias más hasta fines de julio», dijo a periodistas el alcalde de Asunción, Arnaldo Samaniego.
Joaquín Roa, titular de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) anunció que el presidente Cartes autorizó los recursos para desplegar la ayuda a los damnificados en todo el país.
Roa indicó que el presidente expresó su interés en trabajar en coordinación con las hidroeléctricas de Itaipú (Brasil-Paraguay) y Yacyretá (con Argentina) «a efectos de mitigar el impacto» en las poblaciones ribereñas, dijo.
Itaupú se ubica a 500 km de Yacyretá sobre el río Paraná.
La ministra de Educación Marta Lafuente informó que unos 9,000 alumnos están afectados por la inundación de su escuela y que están implementando planes de contingencia para no interrumpir las clases en las zonas altas.
«El agua subió muy rápido. No nos dio tiempo para nada», dijo a la AFP Ana de Martínez, pobladora del llamado Bañado Sur, un barrio marginal de Asunción completamente anegado por la crecida del río Paraguay.
La mujer se encuentra en un campamento para damnificados con sus cinco hijos.
«Estamos tranquilos con el albergue. Algunas familias no abandonan sus viviendas porque la gente entra de noche a llevar todo lo que tienen. Entonces, el perjuicio es doble», relató la mujer durante un paseo por algunos sitios inundados.