Miguel Mario Díaz-Canel, el número dos del Gobierno cubano desde 2013, se convirtió hoy en el nuevo presidente de Cuba, donde por primera vez desde hace seis décadas el principal mandatario del país no tiene el apellido Castro.
Díaz-Canel, quien mañana cumple 58 años, recogió el testigo entregado por Raúl Castro, quien después de doce años en el poder deja la Presidencia del país en cumplimiento de la limitación de mandatos para los altos cargos del régimen que él mismo declaró en 2013.
Nacido en Villa Clara, el 20 de abril de 1960 -un año después del triunfo de la Revolución que lideró Fidel Castro-, el nuevo mandatario cubano es un político forjado desde las bases del Partido Comunista (PCC) que ha ido ascendiendo progresiva y discretamente en las estructuras del poder hasta convertirse en el número dos del régimen.
Este ingeniero electrónico, graduado en 1982, se incorporó a las Fuerzas Armadas de Cuba hasta 1985 y desde abril de ese año se desempeñó como profesor en la Universidad Central de Las Villas: fue en ese centro donde dos años más tarde y sin abandonar la docencia comenzó su carrera política en la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), la cantera del PCC.
A esa época se remonta su experiencia internacionalista al encabezar (entre 1987 y 1989 y como especialista en radio de las Fuerzas Armadas cubanas) un contingente que viajó a Nicaragua para ayudar al Gobierno sandinista, entonces en guerra contra fuerzas partidarias del exdictador Anastasio Somoza apoyadas por EE.UU.
A su regreso, continuó su progresión en el escalafón de la UJC, donde llegó a ser miembro de su Buró Nacional, responsable del área ideológica y segundo secretario de la organización, cargo que asumió en 1993 tras la amplia remodelación que la organización experimentó cuando Roberto Robaina, hasta entonces líder de la filial juvenil comunista, fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores.
De forma paralela, Díaz-Canel inició su carrera en el Partido Comunista: en 1991 ingresó en el Comité Central del Partido, en 1993 asumió la dirección de la organización en Villa Clara donde fue elevado a secretario provincial entre 1994 y 2003.
El año 2003 fue un año importante en la carrera de Díaz-Canel: ingresó en el todopoderoso Buró Político del partido (puesto que renovó en los congresos del PCC de 2011 y de 2016); fue elegido diputado de la Asamblea Nacional por la circunscripción de Placetas (Villa Clara) y ese mismo año fue trasladado a la dirección política de Holguín, donde fue secretario provincial hasta 2009.
Su salto al Gobierno se produce en el año 2009, cuando fue nombrado por Raúl Castro como ministro de Educación Superior: desde ese cargo fue el encargado de poner en marcha la escuela superior para dirigentes del Estado y el Gobierno, inaugurada en octubre de 2011, para la formación del relevo generacional tal y como aprobó el VI Congreso del PCC (2011).
Tres años más tarde, el 22 de marzo de 2012, Raúl Castro le elevó un peldaño más al nombrarlo vicepresidente del Consejo de Ministros, en sustitución del veterano José Ramón Fernández, más conocido como «el Gallego Fernández».
Pero el ascenso determinante de Díaz-Canel se produjo tras los comicios de febrero 2013, cuando fue designado primer vicepresidente del Consejo de Estado con igual rango en el Consejo de Ministros sustituyendo en el puesto al «histórico» José Ramón Machado Ventura: se consolidó así como número dos del gobierno raulista y probable sucesor del menor de los Castro.
A partir de ese momento, el hasta entonces casi desconocido Díaz-Canel comenzó a cobrar visibilidad pública dentro de la isla y también en el exterior ya que ha representado a Cuba en numerosos viajes.
Entre ellos la toma de posesión en 2013 del presidente ecuatoriano, Rafael Correa (2003); la gira que realizó ese año por Laos, Vietnam y China, donde se entrevistó con el presidente, Xi Jinping; o su viaje a Caracas por el aniversario de la muerte de Hugo Chávez (2015).
Acudió también como máximo representante de Cuba a la cumbre UE-Celac (junio de 2015), a varios aniversarios de la Revolución sandinista y a la toma de posesión del nicaragüense Daniel Ortega, en enero de 2017.
Ese mismo año cursó una gira por Bielorrusia, Rusia y Japón, donde se entrevistó con los presidentes Aleksandr Lukashenko y Vladimir Putin, y el primer ministro Shinzo Abe y el canciller Kishida, en los que trató proyectos de cooperación, energéticos e industriales.
En mayo de 2017 asistió a la investidura del ecuatoriano Lenín Moreno, y a continuación viajó a Bolivia para entrevistarse con el presidente, Evo Morales, y visitar La Higuera, lugar en el que ejecutaron al «Che», y Vallegrande, donde fue enterrado hasta 1997.
Además, ha participado en las recepciones a los dignatarios que han visitado la isla, entre ellas la del papa Francisco, en septiembre de 2015, o la del presidente Barack Obama, en marzo de 2016.
Díaz-Canel está casado en segundas nupcias con Lis Cuesta Peraza, profesora universitaria. En su primer matrimonio, con Martha, tuvo dos hijos.
El nuevo presidente cubano tiene ascendencia española: su bisabuelo, originario de Castropol (Asturias, España), emigró a Cuba a mediados del siglo XIX y regentó en La Habana una fábrica de muebles.