Policías mexicanos liberaron a 92 migrantes de Centroamérica, Cuba, Brasil y también de México que estaban secuestrados en la ciudad de Reynosa, fronteriza con Estados Unidos y escenario de fuertes balaceras en los últimos días, informaron el lunes autoridades.
El pasado viernes policías federales «liberaron a 92 migrantes quienes permanecían privadas de su libertad» en una vivienda en Reynosa, en el estado Tamaulipas (noreste), y detuvieron a tres personas, explicó la Comisión Nacional de Seguridad en un comunicado.
La dependencia señaló que el hallazgo de los migrantes -la mayoría indocumentados- resultó del seguimiento de un grupo de delincuentes.
Los secuestradores interceptaron a los migrantes, entre los que había seis menores de edad, antes de que intentaran cruzar de manera clandestina la frontera con Estados Unidos.
Una vez secuestradas, las víctimas «eran obligadas a realizar llamadas telefónicas a sus familiares para exigir dinero a cambio de no dañar su integridad física o la de sus familiares», añadió el comunicado.
El secuestro de migrantes en esa ciudad limítrofe con la estadounidense McAllen (Texas, sur) es un crimen frecuente desde hace años. Los raptores someten a los indocumentados a amenazas de muerte y torturas hasta que sus familiares, principalmente residentes de Estados Unidos, pagan rescates de miles de dólares.
En Reynosa, las actividades delictivas se considera que están bajo control del cártel narcotraficante del Golfo, que en las últimas semanas ha recibido varios golpes por parte de las fuerzas de seguridad.
El 17 de abril, la captura de uno de sus jefes locales en Reynosa provocó que un comando de unos 60 sicarios atacaran a las fuerzas de seguridad para intentar rescatarlo, desatando fuertes tiroteos en los que murieron tres presuntos narcotraficantes.
Los tiroteos se desencadenaron en pleno día y se extendieron al menos por tres horas desatando el pánico entre los 600.000 habitantes de Reynosa, en cuyas calles retronaban los disparos y se incendiaron vehículos.
El pasado domingo nuevas detenciones provocaron otro enfrentamiento entre fuerzas federales y narcotraficantes en Reynosa, con saldo de tres presuntos miembros del cártel muertos.
Se calcula que unos 200,000 extranjeros indocumentados, la mayoría centroamericanos, ingresan cada año a México para buscar una mejor vida en Estados Unidos en un camino plagado de amenazas de organizaciones criminales que los secuestran, extorsionan y asesinan.