El monstruoso huracán Patricia se acercaba este viernes a la costa oeste de México como más poderoso jamás registrado en América del Norte, por lo que las autoridades se declararon en máxima alerta y la población se preparaba para recibir el impacto.
El gobierno se declaró en máxima alerta ante potenciales daños catastróficos de este huracán de categoría 5, la máxima de la escala Saffir-Simpson.
Las autoridades numerosas poblaciones costeras, cerraron los puertos de varios estados, suspendieron clases en zonas de riesgo y han exigido a turistas cancelar sus viajes.
«Ningún huracán de esta magnitud había impactado el Pacífico mexicano», escribió Twitter el presidente Enrique Peña Nieto.
En su reporte de las 15H00 GMT, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) detalló que Patricia registra vientos sostenidos de 325 km/h, lo que lo convierte en «el huracán más poderoso registrado», tanto en el Pacífico como en el Atlántico norte, con posibles efectos «catastróficos» cuando toque tierra la tarde de este viernes.
Patricia, que podría cobrar aún más fuerza, se encuentra 200 kilómetros al suroeste del puerto de Manzanillo, en el estado de Colima, y se desplaza a 17 kilómetros por hora.
«Es un huracán devastador, el más grande que se ha podido registrar desde que se tiene la posibilidad de registrar huracanes, y es por ello que hay que tomar previsiones extremas», dijo a Radio Fórmula el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Las autoridades advierten que un huracán de esta magnitud es capaz de levantar automóviles, destruir casas que no estén cimentadas con acero, varilla y cemento y arrastrar a personas en las calles.
Se pronostica que el fenómeno toque tierra por la tarde en la costa central del estado de Jalisco, donde se encuentran centros vacacionales como Puerto Vallarta, pero debido a la amplitud del fenómeno sus efectos se sentirán desde el mediodía.
Según el Fondo Nacional de Desastres de Gobernación, unas 400.000 personas viven en zonas vulnerables.
Vallarta se protege
En Puerto Vallarta, centro vacacional del estado de Jalisco ubicado en la trayectoria de Patricia, ya llovizna, el cielo se nubla y aumenta el oleaje del mar, aunque no falta un osado bañista que se aventura a un chapuzón.
La mayoría de los comercios están cerrados, con los vidrios con cinta adhesiva cruzadas en «X» para protegerlos de los vientos mientras algunas personas acuden a comprar gasolina, alimentos y agua potable.
«La verdad es que la gente esta reaccionando hasta ahorita, se ve que ya las tiendas están cerradas. He tenido que regalar varias cintas canelas (para los vidrios) a personas que no se previnieron», comenta a la AFP Ramiro Arias, propietario de un comercio de marcos.
En un parada de autobús, un conductor advierte a gritos a pasajeros que esperan nerviosos abordar la unidad que dejarán de prestar servicio alrededor del medio día ante la cercanía de Patricia.
Los turistas que se encuentran en los puertos vacacionales de la zona ya empezaron a ser trasladados a refugios en zonas altas, otros han sido enviados a la ciudad de Guadalajara y algunos han regresado a su lugar de origen, informó de su lado a través de Televisa el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid.
Gobierno en «emergencia»
Ante la inminencia del embate de Patricia, Peña Nieto celebró una «reunión de emergencia» con su gabinete la madrugada de este viernes para analizar medidas a tomar antes y después del impacto.
«El objetivo primordial es cuidar la vida y la integridad de la población, frente a este fenómeno natural considerado como extremadamente peligroso», informó un comunicado de presidencia.
Osorio Chong dijo que en la zona del impacto se tienen previstos numerosos refugios anticiclónicos para recibir «a miles y miles de personas» de los estados de Jalisco, Colima y Nayarit, los mas vulnerables.
Los poblados cercanos al volcán de Fuego de Colima también han sido desalojados ante el temor de que la ceniza acumulada en las laderas del coloso, con intensa actividad en las últimas semanas, pueda combinarse con la lluvia y desatar una devastadora avalancha.
Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), tras tocar tierra Patricia perderá fuerza al chocar con la Sierra Madre Occidental, pero sus remanentes húmedos desatarán lluvias que podrían intensificarse si se combinan con un frente frío afectando a gran parte del país, principalmente el norte.
Por su ubicación geográfica, México es susceptible de ser golpeado entre mayo y noviembre por huracanes tanto en su costa del Pacífico como del Atlántico.
En 2013, mientras el huracán Manuel golpeaba por el Pacífico, la zona del Atlántico era azotada por el ciclón Ingrid, dejando ambos fenómenos 157 muertos y al menos 1,7 millones de damnificados.