Las autoridades mexicanas elevaron este jueves a 50 la cifra de muertos por el huracán Otis tras cuatro semanas de su azote en el sureño estado de Guerrero, donde rompió el récord de intensificación para un ciclón en México.
“Como prioridad, estamos atendiendo a todas las familias de las víctimas de este huracán, que lamentablemente cobró la vida, según las cifras oficiales de la Fiscalía General del Estado, de 50 personas», declaró la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, en una conferencia de prensa.
La mandataria estatal actualizó la cifra de víctimas antes de un informe en Acapulco del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sobre la respuesta de su Gobierno al cumplirse cuatro semanas del histórico impacto del huracán Otis, que tocó tierra el 25 de octubre como huracán categoría 5.
López Obrador ha recibido cuestionamientos por la cifra oficial de muertos y la atención tardía los damnificados, con un estimado oficial de 250.000 personas que quedaron sin vivienda.
El mandatario ha acusado a sus «adversarios» de difundir que el ciclón dejó más de 300 muertos.
La gobernadora aseveró ahora que continúa la búsqueda de 30 personas desaparecidas y que el ‘Programa emergente de localización’ ha hallado a 1.592 personas.
«Nos hemos reunido con familiares, hemos ofrecido, por supuesto, todo el respaldo, todo el apoyo de todas las autoridades, con acompañamiento psicológico, jurídico, administrativo, apoyos funerarios, todo lo que se nos ha solicitado”, sostuvo Salgado.
La mandataria estatal también informó de la recolección de más de 211.000 toneladas de basura, así como la limpieza de 322,35 kilómetros lineales, con el apoyo de 4.231 funcionarios de los tres niveles de Gobierno y 5.500 aprendices del programa social Jóvenes Construyendo el Futuro.
El Gobierno mexicano estimó el 1 de noviembre en 61.313 millones de pesos (más de 3.500 millones de dólares) el costo para las reparaciones y apoyos sociales en el sureño estado de Guerrero tras el impacto del huracán Otis.
Sin embargo, la agencia calificadora Fitch calculó en 16.000 millones de dólares las pérdidas catastróficas, mientras que las cámaras empresariales previeron dos años y hasta 300.000 millones de pesos para la reconstrucción de Acapulco (más de 17.450 millones de dólares).