El cantautor nicaragüense Carlos Mejía Godoy informó hoy de que abandonó su país porque su vida está en peligro en el marco de las protestas contra el Gobierno del presidente Daniel Ortega, de quien es crítico.
«Tenía que salir de Nicaragua porque mi vida estaba en peligro», explicó el autor de la «Misa Campesina Nicaragüense» a la edición digital del diario La Prensa.
Mejía Godoy, autor de más de 200 canciones, la mayoría épicas y testimoniales sobre la insurrección que derrocó con las armas a la dinastía somocista el 19 de julio de 1979, ha compuesto desde el 18 de abril canciones a favor de las víctimas y ha exigido justicia para los asesinados.
«Tuve que salir (hacia Costa Rica) sin avisarle a nadie, de manera emergente de Nicaragua», indicó el cantautor.
«Se me recomendó (que) abandonara el país cuanto antes», dijo Mejía Godoy, quien en julio pasado escribió una carta crítica al Gobierno.
«Permanecí en Nicaragua el tiempo que tuve, pero salí al exilio porque considero que mi voz fuera de Nicaragua también es importante», continuó el músico.
A mediados de junio, durante una visita a las afueras de la cárcel del «Chipote», en Managua, conocida como un lugar de torturas, Mejía Godoy, entre llantos, lamentó que en su país «la vida no vale nada».
«Me siento inerme en este país. ¡Nos arrinconan y nos matan!», denunció el autor de «Ay Nicaragua, Nicaragüita», un segundo himno para los nicaragüenses, quien dijo estar harto «de tanta miseria humana, tanto crimen, tanta impunidad.
De Carlos Mejía Godoy son canciones como «Alforja campesina», «Vivirás Monimbó», «La Tula cuecho», «María de los guardias», «Son tus perfúmenes mujer», «Quincho barrilete» y «Cristo de Palacagüina», entre otras.
En noviembre de 2016 Mejía Godoy recibió el Premio del Consejo Directivo de parte de la Academia Latina de la Grabación, el mismo que otorga el Grammy Latino, distinción que ha ganado en varias ocasiones su sobrino, el salsero Luis Enrique.
Nicaragua atraviesa la crisis más sangrienta desde la década de 1980, también con Daniel Ortega como presidente, y que ha dejado entre 317 y 448 muertos, según varios organismos humanitarios, cifra que el propio mandatario rebajó el lunes a 195.
Las protestas contra Ortega comenzaron el pasado 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del líder, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.